El Ministerio de Salud de Gaza advirtió en un comunicado que cada día se necesitan allí unas 350 unidades de sangre como promedio para salvar vidas, una cifra imposible de alcanzar en las actuales circunstancias.
Al respecto, señaló que el suministro de sangre y componentes sanguíneos disminuyeron debido a la propagación de la hambruna y la desnutrición, que impiden a la población donar a sus compatriotas.
En una breve declaración a principios de este mes, el Ministerio señaló que la crisis amenaza la vida de miles de pacientes y heridos.
Los servicios de transfusión de sangre están a punto de ser suspendidos de forma total por el agotamiento de los suministros esenciales, subrayó.
Al respecto, explicó que falta el 65 por ciento de los materiales para pruebas de laboratorio, lo cual dificulta la capacidad del personal médico para diagnosticar y monitorear enfermedades.
A finales de junio, la directora del Departamento de Laboratorios de esa cartera, Sahar Ghanem, también advirtió sobre el tema y explicó que la disminución amenaza directamente la continuidad de los servicios de diagnóstico y de transfusión sanguínea.