
Según los reportes, 50 personas fallecieron y 184 resultaron heridas en las últimas 24 horas, como consecuencia de los ataques aéreos y bombardeos sobre zonas residenciales densamente pobladas del enclave palestino, bajo asedio desde hace casi un año.
Las autoridades médicas locales advirtieron que numerosas víctimas permanecen aún bajo los escombros y en las calles, a donde los equipos de ambulancia y defensa civil no pueden acceder debido a los ataques continuos, el colapso de la infraestructura y la falta de condiciones mínimas de seguridad.
Organismos internacionales han reiterado sus denuncias por las sistemáticas violaciones al derecho humanitario, así como por el bloqueo al ingreso de ayuda vital para la población civil.