Pan, techo, trabajo

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Unidad y Lucha (Editorial Octubre 2025). – Consignas para la acción consciente de las masas trabajadoras en el Estado español; resumen de las preocupaciones y anhelos de la inmensa mayoría del pueblo trabajador que ve comprometidos sus derechos básicos por razón exclusiva de la gestión de los intereses del Capital por parte de las instituciones del Estado y la UE en una agresión sin precedentes desde el franquismo.

 

Confrontar esta realidad con la que convive a diario la clase trabajadora y el conjunto de los sectores populares, es un deber que obliga a las fuerzas revolucionarias y, especialmente al Partido Comunista, a situarse por encima y enfrente de las dobleces y mentiras tan propias de la práctica política de la socialdemocracia y el reformismo en su histórica labor de neutralización de las capacidades de respuesta de las masas obreras. Falsas promesas que durante décadas de engaños y corrupción sistémica, han abierto la puerta al avance de la demagogia fascista que hoy, conforme a las exigencias de los sectores más reaccionarios de la oligarquía española, embiste con fuerza en los barrios populares de nuestros pueblos y ciudades.

En este sentido, es preciso situar a las masas referencias claras de acción política y social, desde una posición nítidamente de clase e internacionalista, que propicien su participación protagónica en la lucha de clases, como la única manera de enfrentar al fascismo y a la “guerra” que hoy desarrolla la burguesía contra el pueblo trabajador

Paz porque la clase trabajadora y el conjunto de sectores populares, necesitan la paz que frene la guerra global que desarrolla el imperialismo para mantener su hegemonía. Paz porque ese 5% del PIB destinado a la guerra se retrae directamente de los servicios públicos. Paz porque no queremos que nuestra juventud sea la carne de cañón del belicismo de la OTAN y la UE.

En Ucrania, Venezuela, el Sahel, Congo, Siria, Sahara…, pero, sobre todo, en Palestina donde la entidad colonial sionista, con el apoyo del eje occidental nucleado en torno a la OTAN, desarrolla un genocidio sin precedentes desde los campos de concentración nazis, siempre hay que apoyar a la Resistencia de los pueblos para que, con todos los recursos y medios a su alcance, derroten al mayor enemigo de la Humanidad. Esa es la única Paz posible, la que construida sobre la soberanía de los pueblos, marca el camino de la Victoria final, del poder obrero y popular, del Socialismo.

Techo: Hoy la vivienda es el símbolo de la precariedad en la que vive una parte cada vez mayor de trabajadores y trabajadoras por culpa del Capitalismo. Techo, salud y educación pública, alimentación, cultura emancipatoria, ocio, transportes, cuidados, pensiones, gestión forestal…son derechos que dejan de serlo para convertirse en una mercancía más, objeto de negocio para tratar de mantener los beneficios de los capitalistas. La lucha es por que dejen de serlo y se consideren derechos universales que, garantizados por los poderes públicos, deben salir inmediatamente de la gestión privada en la que se deteriora de forma acelerada su prestación y vacían los bolsillos de la clase trabajadora transfiriendo rentas del trabajo al capital. No solo es que si ellos ganan tú pierdes, es que como se demostró en València hace ahora un año, y cada día en los casi 800 fallecidos en accidentes laborales en 2024, sus beneficios son nuestros muertos.

En ese sentido, hoy es absolutamente prioritario no incurrir en el error de justificar en ningún caso la claudicación mediante la aceptación del argumento del mal menor. Convertir cada derecho arrancado a la patronal mediante la lucha obrera en una trinchera, es la única vía para avanzar en derechos y transformar la realidad de constante deterioro social y económico.

Trabajo: desde la absoluta prioridad de recuperar la centralidad del movimiento obrero en el desarrollo de la complejidad de la lucha de clases, hablar de trabajo es recuperar la identidad colectiva y la conciencia que nos une como clase, evidenciando la contradicción principal de esta sociedad dividida en clases. Frente al individualismo que nos separa y aísla en el relativismo de identidades diferenciadas -transversales e interclasistas- que expresan la dominación ideológica propia de la burguesía y la pequeña burguesía, recuperar la conciencia de clase en lo concreto, es avanzar en prácticas sindicales de clase que, alejadas de las políticas del pacto social y la conciliación de clase en la que se sitúa el sindicalismo institucional subordinado a los intereses del capital, luchan por convenios con mejoras laborales, se enfrentan a la legislación laboral y, con un claro compromiso sociopolítico, además de defender valores internacionalistas, luchan por la defensa del Sistema Público de Pensiones y por el derecho a la vivienda.

En definitiva, es fundamental que, frente a todos los intentos de relativizar la importancia de la lucha de clases como el verdadero motor de la Historia, sometiéndose a exigencias del Capital, la práctica vuelva a demostrar, como tantas veces lo ha hecho a lo largo de la Historia, que solo desde la centralidad del movimiento obrero es posible unir las luchas y alcanzar victorias.

En los tres casos, trascendiendo los marcos institucionales y la gestión que ofrecen la socialdemocracia y el reformismo, son propósitos que requieren de la participación activa de las masas en la urgente e impostergable lucha por sus derechos y la defensa de la Vida frente al Capital. Urge la reconstrucción del movimiento obrero, de sus organizaciones naturales, y organizar la conciencia de clase para que la clase obrera se convierta de clase en sí explotada por la burguesía, en clase para sí dispuesta a luchar contra la explotación y por su emancipación.

FRENTE A LA BARBARIE, ORGANIZAR EL FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO (FOPS).

Interpretar en todo su alcance la afirmación del insustituible papel del FOPS en el proceso revolucionario, es un elemento clave para la verdadera transformación social por la que luchamos. Comprender que se torna imprescindible para el avance de la propuesta revolucionaria que sólo desde las estructuras de base del FOPS es posible articular la necesaria contraofensiva que enfrente la lucha de clase sin límites que, a todos los niveles, desarrolla la burguesía contra la clase trabajadora.

En un claro compromiso marcado por la conciencia de clase, la inteligencia revolucionaria colectiva y la determinación con la lucha de clases, que va mucho más allá de determinadas proclamas lanzadas en redes sociales, es una responsabilidad ineludible del Partido y la Juventud, definir y caracterizar en cada lugar las estructuras del campo obrero y popular en aras de definir y trazar las alianzas necesarias en el marco del FOPS.

La magnitud de la tarea que corresponde a la militancia comunista, no permite confundirse con instancias que jamás llegarán a ser estructuras del FOPS por su propia conformación endogámica. Convocatorias puntuales sin capacidad de generar espacios estables y concebidas de espaldas a las masas porque no son capaces de ofrecer un espacio de participación real desde el que protagonizar un proceso de construcción colectiva de la conciencia, no pueden ocupar un tiempo precioso en el que la prioridad debe ser defender la presencia del Partido en la calle para, en contacto con las masas, ir ganando progresivamente la referencialidad social desde la que poder transmitirles la ideología socialista.

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