
Algunos microorganismos terrestres han demostrado una sorprendente capacidad de resistencia, ya que pueden volver a la vida después de permanecer inactivos durante largos periodos.
Este hallazgo, liderado por investigadores de la Universidad de Houston, ha generado inquietud en la NASA y en la Agencia Espacial Europea (ESA) por el riesgo de que ciertos tipos de bacterias hayan sobrevivido al proceso de esterilización de las naves espaciales.
Antes de que un vehículo espacial despegue, los equipos científicos aplican rigurosos métodos de limpieza para evitar la contaminación biológica.
Sin embargo, una especie llamada Tersicoccus phoenicis ha conseguido sobrevivir en las salas estériles donde se preparan las misiones.
Esta bacteria fue detectada en 2007 en la instalación de la sonda Phoenix de la NASA y más tarde en el Observatorio Herschel de la ESA, dos lugares donde la presencia de vida microbiana debería ser imposible.
Los expertos señalan que esta bacteria entra en un estado de latencia cuando no dispone de nutrientes o humedad, lo que le permite soportar condiciones extremas.
Durante ese periodo, los métodos de detección convencionales no son capaces de identificarla, lo que hace posible que pueda pasar inadvertida incluso durante los controles más estrictos de bioseguridad.
El microbiólogo Madhan Tirumalai, responsable del estudio, explicó que estos organismos “juegan al escondite hasta que las condiciones son favorables”.
Su equipo logró reactivarlos mediante unas proteínas conocidas como factores de resucitación o RPF, que también se encuentran en otras bacterias del mismo grupo.
De esta forma, demostraron que los microorganismos pueden “revivir” cuando reciben los estímulos adecuados.
El coautor del estudio, William Widger, indicó a IFLScience que este proceso no es exclusivo de una especie. “Este mecanismo podría estar presente en muchas actinobacterias”, afirmó.
Estas bacterias incluyen al agente causante de la tuberculosis, lo que sugiere que comprender su forma de supervivencia podría ser clave para mejorar los tratamientos frente a infecciones resistentes.
Los resultados, publicados en la revista Microbiology Spectrum, apuntan a que estos microorganismos podrían soportar un viaje interplanetario sin perder su capacidad de reactivarse.
Este hallazgo reabre el debate sobre la protección planetaria y la posibilidad de que bacterias terrestres contaminen planetas como Marte o lunas como Encélado, alterando los futuros estudios sobre la existencia de vida fuera de la Tierra.
El Confidencial / CubaSí

