
Miles de personas salieron a las calles en varias ciudades de las provincias costeras de Latakia y Tartus, así como en algunas localidades de Homs y Hama, para exigir la liberación de exmilitares detenidos tras el derrocamiento del antiguo gobierno y reclamar cambios políticos, incluido el federalismo.
Las manifestaciones también expresaron rechazo a lo que consideran prácticas exclusivas del actual gobierno, así como denunciaron los actos de violencia cometidos contra los miembros de la comunidad alauita, el más reciente fue el atentado dentro de una mezquita en la ciudad de Homs y dejó un saldo de ocho muertos.
Según fuentes oficiales, las fuerzas de seguridad se desplegaron para contener las concentraciones y proteger a manifestantes, pero algunas protestas derivaron en hechos violentos tras ataques de contramanifestantes.

El Ministerio del Interior denunció que grupos armados vinculados al gobierno depuesto de Bashar Al-Assad aprovecharon las movilizaciones para lanzar ataques con munición real, armas blancas y granadas contra efectivos de las Fuerzas de Seguridad Interna y civiles.
A su vez, los organizadores de las protestas acusaron a manifestantes leales al actual gobierno en Damasco de atacar y disparar contra las concentraciones, lo que generó disturbios.
En la ciudad de Latakia se produjeron los incidentes más graves donde las autoridades sanitarias confirmaron la muerte de al menos tres personas y la atención de unos 60 heridos, con lesiones causadas por disparos, armas blancas y pedradas.
Entre las víctimas figuran civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, incluido un agente fallecido mientras cumplía funciones de protección de los manifestantes.
Las autoridades locales advirtió que algunos llamados a protestar, presentados como manifestaciones pacíficas, están siendo utilizados como cobertura para acciones armadas con el objetivo de generar caos y desestabilizar el país.
En un comunicado, el Ministerio del Interior instó a la población de la región costera a no dejarse arrastrar por convocatorias que esconden intenciones violentas, y aseguró que las fuerzas de seguridad actúan con moderación y en apego a la ley.
Por su parte, el Ministerio de Defensa anunció el despliegue de unidades del Ejército, apoyadas por vehículos blindados, en Latakia y Tartus, para restablecer la estabilidad y proteger a los residentes.

