Tras la derrota estadounidense en Playa Girón, en abril de 1961; la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos y, por consiguiente, la ruptura de las relaciones diplomáticas de varios ejecutivos de la región con el gobierno revolucionario, el 4 de febrero de 1962, el líder Fidel Castro proclamó la Segunda Declaración de La Habana.





