Ucrania necesita movilizar a jóvenes de 16 a 18 años y formar con ellos un nuevo ejército para poder obtener personal militar de alta calidad en cinco años, declaró en una entrevista el comandante de la unidad de reconocimiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Denís Yaroslavski.
«Debemos preparar un nuevo ejército, un nuevo ejército que podamos desplegar en cinco años. Europa lo entendió. En 2023, comenzó a formar un nuevo tipo de ejército. Y nosotros hoy, debido a la extenuante guerra, no podemos permitirnos formar un ejército paralelo con personas que, por ejemplo, ahora tienen 16 o 18 años, y convertirlas en militares de alta calidad en cinco años. Esto es precisamente en lo que deberíamos estar pensando ahora», dijo el comandante el domingo.
Yaroslavski precisó que ya se ha desarrollado un plan estratégico para esto y se ha presentado a la alta dirección. «Tenemos un plan estratégico sobre cómo hacerlo. Ya lo hemos presentado a la alta dirección. Este se basa en la creación de un ejército paralelo, una universidad de un nuevo tipo de guerra, una nueva estructura de guerra que, gracias a nuestros socios, podrá formar un nuevo ejército en un plazo de tres a cinco años. […] No tenemos otra opción«, concluyó.
Miles de dólares, estudios e hipotecas
Ante la masiva huida de ucranianos al extranjero y la falta de voluntarios para el frente, las autoridades ucranianas están tratando por todos los medios de atraer a los jóvenes al servicio militar.
Las personas entre 18 y 24 años ahora pueden unirse a las filas del Ejército mediante un contrato, en vigor del cual recibirán un millón de grivnas (unos 24.000 dólares) anuales y podrán elegir una universidad a la que ingresar sin rendir exámenes, además de gozar de hipotecas a cero interés y otros privilegios.
El régimen de Vladímir Zelenski recurre también sistemáticamente a la movilización forzosa para recomponer las mermadas filas de sus tropas. Los comisarios militares reclutan hombres por la fuerza en calles, transportes públicos, hospitales e incluso bloqueándolos en sus coches, provocando críticas y descontento entre la población ucraniana.