
Ante líderes reunidos en Botswana, la viceministra de Medio Ambiente, Bernice Swarts calificó de «despertar brutal» el estudio del antropólogo económico Jason Hickel que cuantifica en 152 billones de dólares los recursos extraídos de economías en desarrollo entre 1960 y 2021.
«El continente africano, con un PIB combinado de 2,8 billones de dólares, sigue siendo el más pobre por paridad de poder adquisitivo, mientras las economías avanzadas crecen mediante la apropiación masiva de nuestros recursos», afirmó la alta funcionaria.
En la ocasión, la Viceministra señaló la contradicción de que África enfrente calificaciones de riesgo crediticio elevado pese a proporción de deuda/PIB del 61-64 por ciento, mientras economías desarrolladas con ese índice superiores al 100 por ciento reciben calificaciones estables y tasas de interés preferenciales.
Swarts proclamó el fin de la era iniciada en la Conferencia de Berlín de 1884, donde potencias coloniales establecieron fronteras artificiales para repartirse el continente y sus riquezas.
«Hoy marcamos el comienzo del fin de esa era de expoliación», declaró ante los delegados.
En el plano de soluciones, enfatizó que la biodiversidad ofrece respuestas cruciales para la adaptación climática, convirtiendo a la naturaleza en «faro de esperanza» para el desarrollo continental.
«Debemos proteger nuestros ecosistemas para que sigan proporcionando servicios esenciales, construyendo desde esta cumbre la determinación hacia la autosuficiencia», sostuvo la representante sudafricana.
El llamado incluyó la imperativa necesidad de que África innove, industrialice y participe en todos los eslabones de las cadenas de valor de sus recursos naturales, aplicando modelos económicos que simultáneamente beneficien a las poblaciones y preserven la naturaleza.

