Amnistía Internacional (AI) ha acusado a Israel (que acaba de quemar vivo a un bebé palestino y Netanyahu dice que lo «condena», seguramente al bebé y no a los autores) de cometer crímenes de guerra como represalia por la captura de uno de sus soldados durante su agresión contra Gaza en el verano de 2014.¿Y por qué AI no lleva la causa ante un Tribunal Internacional ad hoc, o sin ad hoc? Mucho denunciar con las manos atadas percibimos nosotros porque, en definitiva, AI es un apéndice del Occidente «civilizado» donde está incrustado Israel, independientemente de que en su seno existan personas honestas.
«Nuevas pruebas demuestran que las fuerzas israelíes perpetraron crímenes de guerra en represalia por la captura de un soldado». «El carácter sistemático y aparentemente deliberado de los ataques aéreos y terrestres contra Rafah, que mataron a al menos 135 civiles, podrían igualmente constituir un crimen contra la humanidad», acusa la organización en un informe, publicado por el equipo de investigación londinense Forensic Architecture.
Israel llevó a cabo una serie de ataques «desproporcionados e indiscriminados» en la región de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, «y no ha llevado a cabo una investigación independiente sobre estos hechos», prosigue el informe.
El informe «Black Friday: carnage à Rafah» (Viernes Negro: matanza en Rafah) se funda sobre «cientos de fotos y de vídeos, imágenes por satélite y testimonios de personas que asistieron a estos hechos» y se refiere en especial a los ataques llevados a cabo el 1 de agosto de 2014 en esta localidad.
Ese día, el teniente Hadar Goldin desapareció. Al día siguiente, Israel le declaró oficialmente muerto. Hoy en día, Israel estaría en negociaciones con Hamas, en el poder en Gaza, para el retorno de su cuerpo a cambio de la liberación de algunos prisioneros palestinos.
Agencias