Por qué la injusticia no es sólo humana, también es inicua la naturaleza, el destino y la enfermedad.
El pasado cinco de Abril nos fue arrebatada una voz importante para conocer la historia reciente de Yugoslavia, especialmente de Serbia desde la guerra civil hasta nuestros días.
Hablamos de nuestro admirado y estimado Zoran Petrovic Pirocanac. Quizá la inmensa mayoría de nuestro reducido núcleo de lectores de lengua española no le conozca. Tampoco nosotros sabíamos nada de él, hasta que lo conocimos en Belgrado en el rodaje de nuestro documental Yugoslavos.
Pero en cambio sí son mundialmente famosas las imágenes que tomó junto con su cámara para TF1 (la televisión privada más importante de Francia) en Potocari, la localidad cercana y escenario de la batalla, clave para la toma de Srebrenica. Las imágenes allí tomadas, fueron usadas una y otra vez en todos los documentales, reportajes y piezas informativas con las que nos martillearon los medios de comunicación. Y que según estos, USA, y en consecuencia la Comunidad Internacional eran una prueba irrefutable de ominoso crimen que tuvo lugar contra el pueblo bosnio-musulmán que fue catalogado por Naciones Unidas como genocidio.
El uso de las imágenes de Potocari rayano en la usurpación, y la total descontextualización de estas es un paradigma de como los medios trataron este conflicto. El mismo periodista que las filmó denunció desde entonces la continua manipulación de los medios de comunicación y llegó a señalar como así lo recoge nuestro documental, como la desinformación e intoxicación informativa sustituyeron al periodismo.
Pirocanac luchó contra la versión otorgada por los medios a su trabajo; siendo blanco del descrédito por parte de unos periodistas holandeses que le atacaron con un documental. El periodista y geopolitólogo serbio supo defender y rebatir de las acusaciones, aunque quedaron unas sombras de ambigüedad en unos fotogramas que nunca se supo vislumbrar si eran cuerpos o ropa, que la OTAN calificó como cadáveres de civiles sin base alguna ya que por otra parte Pirocanac hablo de intensos combates con soldados de la Armija bosniomusulmana.
El documental aprovechó la ocasión para incidir en la inexistencia del periodismo libre en Yugoslavia, así como denigrar a Grecia y hermanarla con la Gran Serbia de Slobodan Milosevic capaz de cualquier atrocidad unidas por sus lazos de (corrupta) sangre sudeuropea y ortodoxos.
Se trata de una pieza más de propaganda tan en boga contra el enemigo público número del mundo libre del momento pero que sigue teniendo bastantes más seguidores que la realidad.
Pirocanac fue al Tribunal de la Haya el año 2007 a defender las conclusiones de su trabajo periodístico y exponer sus conocimientos sobre Geopolítica. Allí negó que los niños bosnios estuvieran en Srebrenica en la misma situación que los de Darfur, pues nadie moría de hambre y estaban visiblemente mejor que los desdichados infantes africanos. «Incomparablemente mejor».
También insistió en que no vio violencia en su visita a Srebrenica, rechazó la versión que daban los medios sobre como los milicianos serbobosnios separaron a hombres de mujeres y niños. Y afirmó haber presenciado la colaboración entre serbios y cascos azules holandeses para la evacuación y cuidado de los civiles. Esta declaración se hizo para cuestionar la condición de genocidio de los crímenes de Srebrenica.
Posteriormente acudió también a la Haya en 2012 como experto para participar en calidad de testigo de la defensa de Radovan Karadzic con quien nos dijo mantenía una buena relación así como en el proceso abierto contra Zdravko Tolimir por genocidio y crímenes en Srebrenica y Zepa. Tolimir fue un alto rango militar de la milicia serbo-bosnia y ha sido juzgado y condenado a cadena perpetua. El juicio contra Karadzhic continúa.
Durante sus comparecencias ante la corte del tribunal penal internacional habló sobre el peligro islamista que se inició en Bosnia Herzegovina, sus implicaciones internacionales y el peligro que corría la Europa Balcánica de volver a caer bajo el yugo musulmán. Esto fue ridiculizado,descontextualizado y sus frases fueron exageradas. No obstante basta leer sobre los orígenes del Alqaeda, las ayudas económicas iniciadas por Arabia Saudi y los emiratos en pro de corrientes wahabitas y salafistas en la zona que siguen hoy en día, para ver que sus aseveraciones no eran en absoluto descabelladas.
Desde hace años cierta prensa e incluso cancillerías occidentales, aunque sea de forma tácita, reconocen y cifran la influencia que tuvo el Islamismo para el resultado final de la guerra así como para la existencia de la misma Federación Bosnia Herzegovina, que si bien esta gobernada por un alto representante , su capital y cúpula de poder es de inequívoco signo islamista.
Su carisma personal, su vehemencia en la defensa de sus argumentos, su ironía,, insistencia y sus conocimientos en lenguas extranjeras :su excelente francés y su fluido y desenvuelto inglés así como español le hacían siempre un personaje quizá particular por ser «inasequible al desaliento» pero siempre incomodo.
Parte del rechazo que provocaba entre periodistas y jueces occidentales podía ser debido a su historial independiente. No pertenecía a medios oficiales serbios, desarrolló su tesis doctoral en la Universidad de Haute Estudes de París en la que se doctoró con una tesis, que después publicó como libro y que esta a la venta como una más que notable referencia sobre la Serbia de Milosevic y su caída. No hay que olvidar que Pirocanac fue una de las figuras destacadas de la oposición a Milosevic en Belgrado. No obstante pese a estar más que involucrado en la creación de un partido político contrario a Milosevic , su posible carrera se truncó enseguida y la abandonó. Su desinterés al explicarnoslo parecía surgir más del desencanto hacia la política profesional ; sus faccionalismos y clientelismos que a un desengaño pasional.
A este libro«La Serbie et l’ascension de Slobodan Milosevic (1982-1992) : Anatomie d’une auto-dégradation» se le suman una larga lista de libros sobre geopolítica y ciencia.
Trabajó en varios medios serbios además de en la mencionada TF1 y siempre negó la naturaleza genocida del pueblo serbio así como su criminalización, acudiendo en algunas ocasiones al humor.
Hombre de recursos y múltiples facetas, nos deparó una gran bienvenida , hospitalidad, generosidad y amabilidad extraordinaria. Y eso es algo que nunca olvidaremos .
Las molestias, tiempo y esfuerzo que derrochó con estos desconocidos la llevaremos siempre con nosotros en el recuerdo.
Si bien es cierto que nuestro encuentro se debió en gran medida a la casualidad, su interés hacia nuestro proyecto, y su encantadora y arrolladora personalidad nos cautivaron. Sin contrapartida alguna , ni mentiras, miedos, recelos o hostilidad con las que nos encontrábamos continuamente en nuestro periplo yugoslavo nos facilitó una bibliografia, contactos, y lista de lugares sin los cuales plantearse seriamente el tema de continuar con nuestro documental sobre la guerra civil yugoslava hubiera resultado muy complicado dado la tónica general, que ayudaron a romper otros colaboradores que aunque no figuren en los créditos ni aparezcan en pantalla dieron cuerpo, y un contenido veraz y crítico a nuestro proyecto que lo diferencian de la gran mayoría realizados en España e Hispano-américa.
En un simpático español , (aprendido en la Nicaragua de la revolución sandinista donde fue destacado como corresponsal por un diario yugoslavo para cubrir el conflicto), buen sentido del humor y una calurosa acogida Zoran nos llevó al Instituto Yugoistok , el cual ayudó a fundar,en el que nos obsequió con varias de sus publicaciones, tanto libros, como colaboraciones con medios tan interesantes como la revista Geopolitika . Allí grabamos durante horas y horas. Fue tan agotador como estimulante. Allí nos presentó al Profesor Bojovic que también participaría en nuestro documental.
Era un rostro conocido en la televisión serbia y colaboró también con el Instituto de Estudios Políticos.
Un reportero free-lance que empezó cubriendo conflictos civiles e interconfesionales en el tercer mundo y que terminó haciéndolo en Europa, en Yugoslavia, en su país.
Licenciado en lengua y literatura francesa, y doctorado por la UHE de París.
El primer ministro serbio Ivica Dacic envío un mensaje de condolencia a la familia en el que dijo:
«El periodismo serbio ha perdido a un cronista trabajador y responsable, un crítico feroz de los acontecimientos de nuestro país y un gran conocedor de las tendencias geopolíticas del mundo.
Pirocanac pertenecía a esa rara especie de periodistas que anteponía los intereses de Serbia por encima de los personales y partidistas. Dominó el arte del periodismo tanto en asuntos nacionales como internacionales».
No cabe mejor epílogo a una carrera que no debía haber terminado prematuramente , ni punto final para un artículo que no pretende ser una necrológica sino una muestra de respetuoso y sincero cariño y reconocimiento escrito por un «dechko y una de las vuestras».
Descanse en paz.
Nuestro más sentido pésame a su familia y seres queridos.