Lenin sobre el reparto del mundo entre las asociaciones de capitalistas

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Las asociaciones capitalistas monopolistas –cárteles [convenio entre empresas no tan centralizado], sindicatos [asociación entre empresas], trusts [convenio entre empresas más centralizado]– primero se reparten entre sí el mercado interno y se apoderan de un modo más o menos completo de la industria del propio país. Pero bajo el capitalismo el mercado interno está inevitablemente entrelazado con el mercado exterior. El capitalismo creó hace tiempo un mercado mundial. Y a medida que aumentaba la exportación de capitales y se ampliaban en todo sentido las vinculaciones extranjeras y coloniales y las “esferas de influencia” de las más grandes asociaciones monopolistas, las cosas gravitaron “naturalmente” hacia un acuerdo universal entre esas asociaciones, y hacia la formación de cárteles internacionales.

Este es un nuevo grado de la concentración mundial del capital y la producción, incomparablemente más elevado que los grados anteriores. Veamos cómo aparece este supermonopolio.

La industria eléctrica es sumamente característica de los últimos progresos técnicos, y muy característica del capitalismo de fines del siglo 19 y principios del 20. Donde más se ha desarrollado esta industria ha sido en los dos principales de los nuevos países capitalistas, Estados Unidos y Alemania. En Alemania, la crisis de 1900 dio un impulso particularmente grande a su concentración.