El experto dijo el jueves a Middle East Eye de forma anónima, por su inquietud respecto a su seguridad, que los planes para reprimir las protestas de Jartum (capital sudanesa) se discutieron durante las recientes visitas del jefe del consejo militar del país africano, Abdel Fattah al-Burhan, a Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Egipto.
“La ruptura de la sentada fue uno de los puntos principales de la agenda que se discutieron (…) A menos que obtuviera la luz verde de sus aliados en la región, no habría podido cometer tal crimen”, afirmó el experto.
Según Middle East Eye, Riad y Abu Dabi han respaldado al consejo militar de Sudán desde el derrocamiento del presidente Omar al-Bashir el pasado mes de abril, y han prometido 3000 millones de dólares en efectivo y ayuda al país.
Ahmed Abdolaziz, un analista argelino-sudanés, también dijo al mismo medio que es obvio que detrás de esta represión está la mano de Arabia Saudí y EAU, ya que ellos no apoyan a alguien sin motivos.
El lunes, las Fuerzas Armadas sudanesas desalojaron a la fuerza a manifestantes que llevaban semanas protagonizando una sentada para exigir el traslado de poder a un gobierno civil mediante una operación que dejó más de 100 muertos.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, condenó el lunes el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes del orden contra los manifestantes y pidió investigar la muerte de decenas de personas.
A causa de la matanza, partidos opositores como la Alianza por la Libertad y el Cambio avisaron de que pondrían “punto final a cualquier contacto político o negociación con el consejo golpista”. La Unión Africana (UA) suspendió el mismo jueves a Sudán hasta la creación de un gobierno civil.