EE.UU. no está preparado para invadir Venezuela y si se le ocurre hacerlo cometería un “suicidio”, porque Caracas cuenta con el apoyo de Rusia y China.
“Una invasión a Venezuela sería un desastre humanitario, pero también sería el suicidio de EE.UU. en la región, porque verdaderamente no está en las mejores condiciones para invadir Venezuela, además existe la aparición de otros países como Rusia y China que también están desafiando las imposiciones de EE.UU., que ya ha destruido todo lo que es la legalidad internacional, no respeta la legalidad internacional”, destacó el viernes la analista Stella Calloni en una entrevista con HispanTV.
El mismo viernes, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, aseveró durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), que Estados Unidos prepara desde Colombia “una agresión” contra su país.
La diplomática presentó pruebas de las actividades que se realizan en campamentos para entrenar a mercenarios con el fin de emprender una acción que atente contra la paz y estabilidad de la nación suramericana, específicamente, precisó las coordenadas de tres lugares ubicados en las regiones colombianas de Santa Marta, Riohacha y Maicao.
De acuerdo con Calloni, Washington y sus aliados regionales amenazan con atacar a Venezuela, ya que no han podido doblegar ni aislar al pueblo bolivariano, tanto con el congelamiento de fondos del Gobierno de Caracas como con el impedimento de la entrada de medicamentos al país bolivariano.
Asimismo, ha resaltado que el apoyo que algunos países sudamericanos ofrecen a EE.UU. para realizar una invasión al país latinoamericano es “ficticio”.
Por ejemplo Brasil, prosiguió, cuenta con “militares nacionalistas” que tienen un enfoque “antimperialista” y que no están de acuerdo con la invasión a Venezuela, porque saben que la amenaza de efectuar una campaña militar en el país bolivariano le ha permitido a EE.UU. defender la ocupación militar en varios países de América Latina.
En otra parte de su entrevista, la analista criticó el mutismo de Europa ante las políticas antivenezolanas de la Administración norteamericana, presidida por Donald Trump, y ha señalado que “lamentablemente Europa parece convertirse en una especie de inmensa colonia civilizada que responde solamente a lo que le indique EE.UU.”.
Ante la amenaza militar de Washington, Venezuela tiene el apoyo de Rusia y China, países que han rechazado en múltiples ocasiones el plan golpista de EE.UU. y varios de sus aliados regionales de reconocer la autoproclamación del diputado opositor Juan Guaidó como “presidente encargado” de la República Bolivariana y ejercer presiones económicas contra el país suramericano.
Tanto Moscú como Pekín aseguran que Washington está buscando abiertamente el derrocamiento del Gobierno democráticamente elegido del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y han prometido “defender los intereses” del pueblo venezolano.