Asesinan a un segundo indígena en menos de 24 horas en el departamento colombiano del Cauca.

Ya son siete las víctimas indígenas asesinadas en la última semana en el Cauca; pero se eleva a 16 el número de homicidios totales.

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La noche de este domingo 3 de noviembre fue asesinado Jesús Mestizo, en el sector Vichiqui, en la vereda Loma Linda, corregimiento de Tacueyó, una zona rural del municipio de Toribío, en el departamento colombiano del Cauca, al suroeste del país.

Mestizo, miembro fundador de la Asociación Indígena Avelino Ul, recibió tres impactos de bala por parte de dos hombres, cuando se encontraba cerca de su vivienda en compañía de su esposa e hijo, reseñó el diario El Tiempo.

Presuntamente, los asesinos después arrastraron a la víctima hasta un matorral, donde arremetieron con ráfagas de fusil.

Mestizo era miembro fundador de la Asociación Indígena Avelino Ul y participó en un reciente paro campesino en el Cauca.

Ese mismo día, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) informó que hubo otro atentado contra la guardia indígena, en el municipio Corinto, del mismo departamento colombiano. En este hecho resultaron heridos Oveimar Silva y Luis Ángel.

Además, hubo otro ataque contra el Coordinador de la Guardia de Tacueyó, Arbey Noscue, mientras se encontraba en su casa en la vereda La Playa. Según el CRIC, el hombre logró escapar de sus atacantes.

16 homicidios en 6 días

Con la muerte de Mestizo, ya son siete las víctimas indígenas asesinadas en la última semana en el Cauca; pero se eleva a 16 el número de homicidios totales.

Menos de 24 horas antes del asesinato de Mestizo se reportó el homicidio de Alex Vitonás Casamachín, un joven de 18 años, que fue interceptado por hombres armados también en la vereda Loma Linda del municipio de Toribío del Cauca.

Antes de estos asesinatos hubo varias masacres. La primera se registró el pasado martes 29 de octubre, cuando fueron asesinados cinco indígenas mientras realizaban labores de control territorial en una zona rural del corregimiento de Tacueyó.

Tras ese suceso, el Gobierno colombiano responsabilizó a disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ordenó el despliegue de 2.500 militares en la zona.

Sin embargo, el refuerzo militar no detuvo las balas. Dos días después, cuatro personas fueron asesinadas en el municipio de Corinto, en el Cauca. El mismo 31 de octubre, apareció otro cadaver en la vereda Huasanó, municipio de Caloto.

Unas 48 horas más tarde, tres personas fueron encontradas muertas en el municipio de Morales, al parecer por un caso relacionado con el robo a una vivienda; y luego, se confirmó el secuestro y asesinato de Fabián Rivera, quien era escolta del líder indígena Bernardo Ciclos, en el municipio Suárez, publicó El Espectador.

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