El informe anual sobre desigualdad de Oxfam aporta datos escalofriantes.
Los 2.153 milmillonarios que tiene el mundo tienen más dinero que las 4.600 millones de personas más pobres del planeta en conjunto.
El 1% más rico tiene tanto dinero como el 92% más pobre (6.900 millones de personas). Los 22 hombres más ricos del mundo tienen más riqueza que todas las mujeres en África.
Si hubiésemos ahorrado 10.000 dólares por día desde la construcción de las pirámides en Egipto (hace más de 4.500 años), tendríamos un quinto de la fortuna promedio de los 5 multimillonarios más acaudalados.
Casi la mitad de la población trata de sobrevivir con 5,5 dólares al día o menos, lo que los pone al filo de la supervivencia. Incluso una buena porción de la población mundial que tiene ingresos un poco más elevados puede caer en la miseria de un momento a otro: basta una enfermedad o una mala cosecha.
Las mujeres y las niñas contribuyen con 12.500 millones de horas de trabajo de cuidados no remunerado a diario.
Una tercera parte de las grandes fortunas viene de herencias. Los más ricos no tienen más que sentarse y vigilar como los gestores de fortunas manejan su dinero, que en los últimos diez años ha crecido un 7,4 % anual. Bill Gates sigue teniendo un patrimonio de 100.000 millones de dólares, el doble que cuando dejó de estar al frente de Microsoft.
Solo el 4 % de la recaudación fiscal mundial procede de los impuestos sobre la riqueza y las grandes fortunas eluden hasta el 30 % de sus obligaciones fiscales.