Nuestra organización ha hecho mención sobre las salidas que se ofrecen en el régimen de la llamada cuarta transformación, la primera conocida como Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), la cual tuvo una repercusión mediática fuerte para paliar los despidos juveniles que en este trimestre alcanzó el 39% según datos otorgados por INEGI, se tomó como excusa la crisis generada por el virus Covid-19.
Con este programa se planteó qué ocurriría con los egresados, recordemos se anunció la implementación del “mes 13” para buscar ocupar o dar un lugar a estos jóvenes para continuar sus estudios, en este sentido los microcréditos otorgados por la Secretaría de Economía a través de las “Tandas para el Bienestar” se impulsaron como una forma de mantener un hilo de ocupación y así, la población que buscase impulsar un negocio propio lo pidiera realizar con un préstamo ínfimo de 6 mil hasta 15 mil pesos.
Los resultados obtenidos para el año anterior nos muestran que existen 204 mil 584 egresados de JCF, esto anunciado por la Secretaria del Trabajo, de este número solo el 29% se quedó a laborar en las empresas o dependencias dónde los recibieron, 27% en desempleo, 11% reanudó sus estudios y el 32% tiene intenciones de formar un negocio, esto según la dependencia señalada, teniendo esta información se observa que del total de jóvenes entrantes a este programa prácticamente más del 60% no tiene empleo ni posibilidades de estudiar.
Siguiendo con este comportamiento, la apuesta a las Tandas de Bienestar se piensa como una carta fuerte para nuestro sector, pero el panorama es poco alentador, el 71% de éstos créditos para el año anterior fue destinado para mujeres, no siendo este el problema, sino que se reportó fue usado para gastos del hogar y no para iniciar un negocio, una consecuencia natural podríamos asegurar, ya que la gran parte de la población en México vive en la informalidad y bajo un umbral de pobreza, el consumo en bienes necesarios es tan fuerte que no llega a su destino, y ni qué decir de la baja productividad de los negocios que pueden poner, esto solo conduce a la inevitable quiebra y al círculo vicioso de precariedad.
Al igual que JCF las Tandas se concentran en los estados con mayores número de población en pobreza clasificada en algún tipo, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, son algunos de ellos, ahí se destinó el 70% de las tandas totales en el 2019.
Ante este panorama obscuro, la alternativa la cual puede ser palpable para la juventud es tener proyectos con un carácter distinto a solo un pequeño negocio, lo primero es exigir mayores recursos permitiendo impulsar proyectos productivos a largo plazo, como el caso de cooperativas, las que permitan la sobrevivencia de los jóvenes, exigir aumento de matrícula en la educación, plantear se asegure el empleo estable después de la supuesta capacitación, egresados y aprendices en activo debemos tener en claro este tipo de estrategias, hacerlas valer con la movilización y el llamado a otros sectores al reclamo.