El telescopio de rayos X Chandra de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés) logró captar el mencionado fenómeno, que había ocurrido en un sistema estelar, ubicado a 10 000 años luz de la Tierra, en la Vía Láctea.
El sistema en cuestión se denomina, MAXIj1820 + 070, y está compuesto por un agujero negro, con ocho veces la masa del Sol, y su estrella compañera, con la mitad de la masa de nuestro astro.
La estrella órbita muy cerca del masivo objeto, cuya fuerte gravedad le extrae material, el cual se acumula alrededor del agujero negro. Este disco de polvo y gas estelar gira a gran velocidad y se calienta, emitiendo rayos X. Estas emisiones fueron detectadas por los astrónomos que usaron el instrumento de la NASA.
Si bien parte del material caliente cruza el “horizonte de eventos” (el punto de no retorno) y sirve de alimento al agujero negro, otros fragmentos son expulsados en chorros que apuntan en direcciones opuestas, desde ambos “polos” del objeto.
Los astrónomos juntaron cuatro observaciones del Chandra para armar la inédita película. El “día 0″ corresponde a la primera observación del 13 de noviembre de 2018, cuatro meses después del lanzamiento del primer chorro.
De acuerdo con los autores, que publicaron los resultados de su estudio en Astrophysical Journal Letters, el chorro del sur parece moverse al 160 % de la velocidad de la luz, algo que debería ser imposible porque violaría uno de los principios más fundamentales de la física (nada viaja más rápido que la luz).
Sin embargo, precisaron que esta interpretación se debe al movimiento superluminal, un fenómeno que ocurre cuando algo viaja hacia nosotros cerca de la velocidad de la luz, en una dirección cercana a nuestra línea de visión.
Según sus cálculos, la velocidad real de las partículas en ambos chorros es superior al 80 % de la velocidad de la luz, algo que resulta abrumador visualizar.