El pasado lunes, el presidente del Comité Judío-Ucraniano, Eduard Dolinsky, uno de los principales opositores a la revisión nacionalista de la historia de Ucrania, denunciaba que un guía vestido con uniforme Nazi dirige en la ciudad ucraniana de Rovno tours históricos de la ciudad y recordaba que las tropas de Hitler y sus colaboracionistas locales asesinaron allí a 25.000 ciudadanos judíos. La política de la memoria, y la reescritura de la historia reciente del país para incorporar como héroes a personajes en cuya trayectoria está el haber colaborado con la ocupación alemana, en la lucha contra el Ejército Rojo o los partisanos soviéticos o participación en el asesinato masivo de la población polaca de la zona y en el Holocausto ha sido uno de los temas recurrentes desde la victoria de Maidan en 2014.
La política de la memoria no ha cambiado con la llegada a la presidencia de Volodymyr Zelensky, pese a las esperanzas que creara con el cese de Volodymyr Vyatrovich, el guardián de la memoria de los tiempos de Poroshenko, que simplemente ha sido sustituido por una figura de un perfil más bajo, que genera menos titulares por sus declaraciones, pero que ha continuado la línea marcada por la administración Poroshenko. Así lo demuestra la última campaña del Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional, que continúa enalteciendo a personas que participaron en asesinatos masivos, en el Holocausto y en el robo de las propiedades de la población judía. Así lo denunciaba Eduard Dolinsky esta semana:
“El petliurista Stupnitsky fue uno de los líderes de la milicia de OUN, comandante de la escuela de la policía auxiliar, cómplice en el asesinato masivo de 25.000 judíos en Rovno y varios miles de polacos.
Stupnitsky lideró el departamento del Consejo Local de Rovno para la distribución de la propiedad de los judíos.
En 1943, desertó a UPA, donde participó en el asesinato masivo de civiles polacos y en la lucha contra los partisanos soviéticos. Se suicidó bajo custodia. Fue póstumamente nombrado general de UPA. En Yitomir hay una Avenida que lleva su nombre.
En la primera foto, un trabajo reciente del Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional: un cartel que homenajea a “la extraordinaria figura de la revolución ucraniana, Leonid Stupnitsky”.
En la segunda foto, el criminal de guerra Nazi, asesino de masas y saqueador Leonid Stupnitsky en Rovno en 1941.
El cartel con la imagen del criminar de guerra y saqueador puede obtenerse de forma gratuita en el “ministerio de la memoria” con petición previa o simplemente descargarlo en su página web”.
Pero el enaltecimiento de figuras con pasado Nazi no se limita a las acciones del Instituto de la Memoria Nacional ni se puede limitar a una única zona del país. Los monumentos a miembros de OUN/UPA continúan a lo largo y ancho de todo el país en lo que Dolinsky califica de “la más cínica y sofisticada burla de la memoria de las víctimas” de la Segunda Guerra Mundial. Así lo denunciaba hace apenas unos días.
“Este es el monumento a los líderes de OUN-UPA y Kuren de Bukovina de la localidad de Putyla, en la región de Chernivtsi. Hay veinte nombres en el monumento, prácticamente todos asesinos de masas y miembros de la policía auxiliar ucraniana.
Aquí está la foto del «héroe» inmortalizado por el monumento: Roman Dubyk, oficial de policía de Lviv que participó en la exterminación de 100.000 judíos de Lviv y sus alrededores.
En la lista de nombres está Oleksiy Dodyak. Oleskiy comenzó su heroico camino con los pogromos y asesinatos de judíos en Chernivtsi y después, como miembro del Kuren de Bukovina, asesinó a judíos en Vinnitsa y Yitomir. Al llegar a Kiev, se unió a la policía auxiliar ucraniana, en la que contribuyó al exterminio de decenas de miles de civiles.
Es imposible imaginar una forma más cínica y sofisticada de insultar a la memoria de las víctimas de estos inhumanos. El monumento fue instalado en 2018”.
Sin embargo, nada de esto puede sorprender. El pasado agosto y sin crear ningún escándalo político, en vísperas de la visita del presidente, la ciudad de Jerson, en el sur de Ucrania, junto a la frontera con Crimea, apareció cubierta de numerosos carteles que celebraban le acta de restauración del Estado Ucraniano, proclamada por Yaroslav Stetsko en 1941 y en la que abiertamente se planteaba una Ucrania en estrecha colaboración con la Gran Alemania Nacional-Socialista que, bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler, está estableciendo un nuevo orden en Europa y el mundo y está ayudando al pueblo de Ucrania a liberarse de la ocupación Moscovita. Stetsko terminaba la proclamación con el ya habitual grito de “Gloria a Ucrania, gloria a los héroes”, que el nacionalismo ucraniano continúa utilizando. Stetsko realizaba esa proclama en nombre del pueblo ucraniano y especialmente del líder de OUN, Stepan Bandera, tan idolatrado por el nacionalismo ucraniano actual.
Cuatro días después de esa proclamación, el 3 de julio de 1941, Stetsko se dirigió a Adolf Hitler para poner a su disposición al territorio y al pueblo ucraniano para su lucha contra el verdadero enemigo de OUN/UPA: el bolchevismo y Moscú.
A su Excelencia, Führer y Canciller del Reich
Berlín.
¡Su excelencia!
Lleno de sincera consideración y admiración por su heroico ejército, que ha vuelto a ganar nueva fama en los campos de batalla en su enfrentamiento con el mayor enemigo de Europa, el bolchevismo moscovita, enviamos al Gran Führer, en nombre del pueblo ucraniano y de su gobierno, que se ha constituido en el Lemberg liberado, calurosas felicitaciones y deseos de coronar el combate con la victoria final.
La victoria del ejército alemán le dará la oportunidad de extender hasta su parte oriental el establecimiento de la nueva Europa que tiene en proyecto. De esta manera, ha hecho posible que el pueblo ucraniano se convierta en parte activa de la realización de este gran plan en su Estado ucraniano soberano, como uno de los miembros libres de la familia europea de naciones.
Por el gobierno ucraniano.
Yaroslav Stetsko.
