Francia se ve sacudida desde el 17 de noviembre por manifestaciones en contra del proyecto de ley de seguridad que debate la Asamblea Nacional. En una de las protestas, una manifestante grabó cómo la Policía lanzó una granada de gas lacrimógeno en su dirección. De ser aprobado, el proyecto de Ley de Seguridad Global haría ilegal la difusión de imágenes que permitan la identificación de agentes y ha sido criticado por activistas y periodistas, que denuncian que supone una amenaza para la libertad de prensa y que busca impedir la grabación de actuaciones policiales violentas.