«Traidor,» menchevique», «divisionista». El objeto de los insultos no es un político de derechas ni el embajador de EEUU para Venezuela. El destinatario de los odios del chavismo es un viejo conocido, el único diputado del Partido Comunista en el Parlamento, una voz desde la izquierda convertido en el principal opositor al Gobierno en la Cámara.
En una Asamblea Nacional (AN, Parlamento) casi monocolor, la voz de Óscar Figuera, histórico militante comunista, es la única que ha desatado la ira, por igual, de los líderes del chavismo y de los escasos opositores ideológicos que ocupan escaños. La suya es una voz dura que viene del sindicalismo y que denuncia que los hijos de Chávez se han vendido a los intereses de los poderosos.
«Se ha construido un nuevo pacto de élites en Venezuela (…) La oposición dialogante, socialdemócratas, democratacristianos y liberales, que expresan los intereses de las clases sociales dominantes en Venezuela, la gran burguesía, y (por otro lado) los sectores neoburgueses, que se expresan hoy en la dirección del Estado venezolano», explica Figuera a Efe.
Una denuncia que duele
A los actuales dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), encabezados por Nicolás Maduro en el Ejecutivo y por Jorge Rodríguez en el Legislativo, la acusación de haberse transformado en «neoburgueses» les ha dolido y eso se expresa casi en cada intervención de ambos.
Sólo así se entiende que Rodríguez dedique una intervención completa en la AN a lanzar dardos a Figuera, acompañados de gritos unánimes de la bancada oficialista que le llama «traidor», o que Maduro dedique un acto para, sin mencionar al diputado, llamarle «menchevique». A un comunista. Una paradoja histórica de difícil explicación.
Sin embargo, Figuera, nacido en 1954 y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV) desde 1977 no se arredra en su denuncia: «Una parte importante de los cuadros que llegaron a 1998 con el presidente Chávez al Gobierno, y otros que se encontraron posteriormente, (…) en este lapso de 20 años, se han enriquecido por la vía de la corrupción, en algunos casos, por la vía de hacerse parte de mafias, en otros casos».
En estas dos décadas de gobiernos chavistas, de las que el PCV ha sido un aliado crítico, algunos dirigentes del PSUV se han «aprovechado del ingreso nacional a través de promover las importaciones como una manera de ponerle la mano a una cuota del ingreso petrolero venezolano en vez de desarrollar la industria nacional, en vez de desarrollar el campo venezolano».
Para el veterano militante comunista, esas nuevas élites «debilitaron al país y no lograron avanzar en un proyecto realmente soberano, liberador que pudiera abrirle perspectivas a la construcción del socialismo en Venezuela».
«Maduro anunciaba que iba a anunciar que anunciaría»
Figuera, que comenzó su carrera política en el sindicalismo y llegó a ser el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV), es particularmente crítico con Maduro, a quien apoyó para la reelección en 2018.
«Los primeros tres años y medio de la presidencia de Nicolás Maduro Moros fueron tres años de inacción. Si alguien revisa ese periodo se va a conseguir (encontrar) con que el presidente anunciaba que iba a anunciar que anunciaría y no anunciaba nada», denuncia.
Para el diputado, durante ese periodo «se pagaba la deuda externa con parte de las reservas que quedaron en el periodo de Chávez».
«Desde 2013 a 2017, en cinco años, mientras caía toda la economía venezolana pagó al capital trasnacional 109.000 millones de dólares», denuncia.
Ese pago significó, en opinión de Figuera «descapitalizar el país», pero en paralelo Maduro no hizo «las inversiones necesarias para el mantenimiento mayor, la recuperación y el desarrollo productivo» de Venezuela, lo que, a su juicio, derivó en la crisis que vive el país.
«Posteriormente», y subraya esa palabra, llegaron las sanciones de Estados Unidos, ya cuando Venezuela estaba inmersa en una crisis económica.
«Pero las sanciones imperialistas vienen posterior a que ya estaba en crisis la economía venezolana; eso tenemos que tenerlo claro, y obviamente agudizan la crisis y el daño que le hacen a nuestro pueblo», subraya.
Eso sí, vuelve a denunciar las políticas de Maduro, pues cree que si, desde 2013, «se hubiese desarrollado la producción interna, la agricultura, la ganadería y la industria venezolana, el impacto de la sanción hubiera sido menor porque el nivel de dependencia hubiera sido menor».
«Seudosocialismo y seudochavismo»
Poco gusta a un PSUV, con un 92 % de los diputados en el Parlamento, que haya un legislador como Figuera, que no se siente solo en la AN porque tiene el respaldo de «una historia de lucha» del PCV, que califique a sus dirigentes como «seudosocialistas», «seudorevolucionarios» o «seudochavistas».
Sin embargo, vuelve a la carga para denunciar, una vez más, que en Venezuela se «está aplicando un paquete neoliberal» para abordar la crisis económica del país».
«Llevaron la economía -como consecuencia de las políticas del Ejecutivo nacional, agravadas con la agresión del imperialismo- a un nivel de deterioro que hoy la única justificación que dan es que deben privatizar los activos del Estado», apostilla.
Por eso, el secretario general del PCV desde 1996 cree que los líderes del chavismo de hoy, «aunque hablen de socialismo», lo que en realidad quieren «es consolidar un régimen burgués en Venezuela».
«(Venezuela) nunca ha estado en tránsito al socialismo», asevera.
Mientras hace esas afirmaciones desde el estrado del Parlamento, sus hoy mayores detractores, hasta hace poco aliados, lo acusan de traidor y de no hacer honor a la tradición del PCV -«les pertenece a ellos, a los saltimbanquis, hay que tener riñones»-, además de estar al servicio de EEUU.
Pero, a pesar de todo, no teme a nada ni a nadie. «Estamos dispuestos a pagar, incluso con la vida», concluye el comunista, que conjuga la primera persona del plural antes que la del singular.