El relato oficial de los altavoces del régimen sentencia que:
- Pablo Hasél no es un cantante sino un delincuente que ataca a la democracia y sus instituciones con letras que apoyan al terrorismo.
- La justicia ha actuado en consecuencia, porque para eso la democracia se ha dotado de un aparato legal acorde con los valores que garantizan las libertades, el respeto, etc etc.
- Las manifestaciones no han sido convocadas en tiempo y forma para que la autoridad competente pueda dar el visto bueno.
- La intervención de las Fuerzas del Orden se debió ante hechos de «guerrilla urbana» protagonizados por terroristas que atacan comercios y mobiliario urbano.
- La «paz social», logro inequívoco del régimen, no puede ser amenazada por minorías radicales.
Sin embargo, la realidad es bien distinta:
- El régimen del 78 se dotó de un aparato represivo perfectamente continuador del anterior (de grises y franquismo) para seguir defendiendo los intereses de la clase dominante que, obviamente, no cambió al morir el dictador. Las Fuerzas del Orden son eso, cuerpos que salen pertrechados a defender al poder que les paga.
- También de un sistema judicial que sabe cuál es su papel en una sociedad dividida en clases. Una judicatura al que acceden hijos de familias burguesas y que son nombrados por partidos que avalan y defienden el régimen.
- La protesta y reivindicación tiene que ser en la forma y el lugar que las autoridades dispongan, Ellos dictaminan lo que es «pacifista» y lo que no. De paso, califican hechos artísticos y culturales para ser autorizados en función de que respeten los «valores democráticos» que ellos han engendrado.
- Si nadie protesta, todo va bien. La «paz social» consiste en que todo fluya de acuerdo a no molestar a los dueños del poder, de no denunciar a los hacedores de las injusticias y la miseria.
- El aparato mediático a su servicio se encarga del resto. Los «antisistema» que se atrevan a cuestionar el status quo deben ser apartados, encarcelados y, llegado el caso, ejecutados, braman desde Falsimedia, y dicen que la violencia (no se refieren a la que practican ellos) debe ser combatida.
- Defenderse es delito. De tal modo que este editorial será mirado con lupa.