“Israel está expandiendo Dimona, la única fábrica de bombas nucleares de la región” de Asia Occidental, ha escrito Mohamad Yavad Zarif en su cuenta de Twitter.
El máximo diplomático persa ha tuiteado un enlace a un informe del periódico británico The Guardian, que publicó el jueves varias imágenes satelitales que revelaban que el régimen de Israel está desarrollando su reactor nuclear de Dimona, en los territorios ocupados palestinos.
Zarif ha mencionado luego al presidente estadounidense, Joe Biden, a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), al primer ministro británico, Boris Johnson, al presidente francés, Emmanuel Macron, y a la canciller alemana, Angela Merkel, preguntándoles si estaban preocupados o no por ello.
Con estas palabras el jefe de la Diplomacia iraní ha denunciado la hipocresía de las potencias occidentales al atacar el programa nuclear con fines pacíficos de Irán, mientras ignoran el programa nuclear secreto de Israel.
Según muestran las fotos satelitales de Google Earth publicadas el jueves por el Panel Internacional sobre Materiales Fisionables (IPFM, por sus siglas en inglés), Israel está llevando a cabo una importante expansión en su instalación nuclear de Dimona, ubicada en el desierto del Néguev (sur de la Palestina ocupada), donde ha fabricado el material fisible para su arsenal nuclear.
“Parece ser que la construcción comenzó a principios de 2019, o finales de 2018, por lo que ha estado en marcha durante unos dos años, pero eso es todo lo que podemos decir en este momento”, dijo Pavel Podvig, investigador del Programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton (EE.UU.), citado por The Guardian.
La construcción de Dimona, que se llevó a cabo con la ayuda del Gobierno francés, finalizó en 1962 y, desde entonces, el régimen israelí ha utilizado este centro ultrasecreto para desarrollar bombas y ojivas atómicas. Actualmente se cree que el régimen de Tel Aviv posee entre 80 y 300 armas nucleares.
Israel, sin embargo, ha seguido una política de ambigüedad sobre sus actividades nucleares, no ha firmado el Tratado de No Proliferación (TNP), ni ha aceptado inspecciones internacionales en sus centros nucleares.
Irán ha denunciado una y otra vez que el régimen israelí sigue siendo “la mayor amenaza” para la seguridad internacional y ha resaltado la necesidad de que las actividades nucleares de Israel sean esclarecidas y supervisadas por la AIEA.