La historia reciente de El Salvador está inexorablemente marcada por la sangrienta guerra que la Junta Militar desató contra el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) entre 1980 y 1992. La Junta Militar -apoyada (¿cómo no?) por el imperialismo estadounidense, así como por otras dictaduras latinoamericanas del momento- lanzó al ejército, la policía y los ‘escuadrones de la muerte’ paramilitares a masacrar a la guerrilla del FMLN, que contaba con una importante base campesina, obrera y popular.