La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) está sopesando las opciones para suspender el funcionamiento del Gran Colisionador de Hadrones —el acelerador de partículas más grande que existe—, en medio de la crisis energética en Europa, informó este domingo The Wall Street Journal, que cita a Serge Claudet, jefe de la Comisión de Gestión Energética de la institución.
El especialista detalló que el CERN está considerando la posibilidad de detener algunos de los aceleradores de partículas, así como la propia máquina. «Nuestra preocupación es realmente la estabilidad de la red, porque hacemos todo lo posible para evitar un apagón en nuestra región», aseveró.
Según Claudet, el CERN tiene como objetivo mantener el Gran Colisionador de Hadrones en funcionamiento, lo que requiere evitar fallos repentinos: un apagón inesperado podría dejar fuera de servicio el sistema valorado en 4.400 millones de dólares. Asimismo, la organización prestará atención al cierre de los demás aceleradores, lo que reduciría el consumo de energía del centro en un 25 %, agregó.
Los países de la UE sufren una inflación récord y una crisis energética sin precedentes. La semana pasada, el precio del gas en Europa superó los 3.400 dólares por 1.000 metros cúbicos, según datos de la bolsa londinense ICE.
Políticos y la prensa occidental culpan a Rusia de utilizar la energía «como un arma» para «chantajear» a la UE. Sin embargo, la crisis energética en el bloque comunitario se hizo evidente ya en la primera mitad del 2021, cuando las naciones europeas agotaron sus reservas de gas después de una temporada de invierno relativamente fría y los precios se dispararon. La situación empeoró con la imposición de sanciones antirrusas por la operación militar de Moscú en Ucrania.