El alto diplomático europeo afirmó, durante su intervención en la Lección Conmemorativa Carlos de Amberes en Madrid, que la Alianza Atlántica pudo no cumplir sus promesas ante Rusia, pero que eso no justifica el conflicto en Ucrania.
«Nuestro compromiso con Ucrania es un compromiso múltiple que va desde lo financiero a lo militar y lo económico. Y tiene que seguir siendo así, porque Ucrania es un país que se ha enfrentado a una agresión terrible por la que está pagando un precio enorme», enfatizó.
Finalmente, sintetizó «no me sirven de excusa, ni de consideración los argumentos que mucha gente, incluso amigos míos bien intencionados, que justifican la agresión, diciendo ‘sí, pero la OTAN, pero ustedes incumplieron las promesas’. Es posible. Eso es historia. Nada de eso justifica lo que está ocurriendo».
A su vez, la vocera de la Cancillería rusa en una publicación en su cuenta de Telegram remarcó que Occidente declaró «abiertamente su traición y engaño». «Cínicamente, los de la OTAN trazaron una línea que fija la antigua división que los separa de la gente decente», escribió.
El 1 de octubre Borrell instó a proteger el «jardín» europeo de la «jungla», recurriendo para ello, incluso a herramientas militares. Señaló que los instrumentos bélicos «no son un capricho», sino que son «necesarios, imprescindibles para la supervivencia». En esta línea, abogó por llevar a cabo un «rearme coordinado» del bloque comunitario para que el bloque esté preparado ante una eventual guerra.
A mediados de febrero, pocos días antes del inicio del operativo militar ruso en Ucrania, la revista alemana Der Spiegel reveló un documento que confirma que la OTAN incumplió la promesa hecha en 1991 de no expandirse hacia el este. Esto contradice las declaraciones de su actual secretario general, Jens Stoltenberg, que en diciembre pasado reiteró que «nunca se hizo» una promesa de este tipo.
