Leidys María Labrador Herrera.— Como una mujer de estos tiempos, comprometida con la Revolución que le ha permitido realizarse y crecer profesional y socialmente, se describe a sí misma Yanet Solórzano Hamilton, delegada de la circunscripción 22 del consejo popular 3, del poblado de Delicias, en el tunero municipio de Puerto Padre.
«Yo amo mi profesión. Soy graduada de enseñanza primaria; los niños para mí han sido un impulso porque dan luz, confianza; aprendes de ellos cada día».
Sin embargo, aunque la educación primaria fue su raíz, actualmente se desempeña como profesora de Español y Literatura en el Instituto Politécnico Oscar Alberto Ortega, porque una hermosa coincidencia de la vida la llevó hasta allí.
«Se me otorgó un subsidio para poder tener una vivienda. Como iniciativa del municipio, este tipo de obras sociales se convirtió en las prácticas de los estudiantes del politécnico que estudiaban especialidades relacionadas con la construcción. De mi relación con ellos surgió la idea de convertirme también en su profesora.
«Ha sido otra experiencia maravillosa para mí. Los adolescentes también son muy especiales. Tienen esa chispa de conocer el mundo, de aprender, de hacer cosas nuevas. En la actualidad enfrentamos muchos peligros, muchos ataques ideológicos a nuestros adolescentes y jóvenes a través de las plataformas digitales, por eso pienso que son momentos en los que un maestro debe ser ejemplo, para ayudarlos a entender cuál es el camino correcto, para guiarlos, para llegarles al alma en cada clase».
Esta educadora orgullosa lleva ahora sobre sus hombros la altísima responsabilidad de representar, como delegada, a su comunidad.
«Como representante del pueblo me ha pasado lo que sucede casi siempre a todos los que asumimos esta responsabilidad: ya no soy Yanet, ahora soy la delegada. Sin embargo, nada ha cambiado, sigo siendo la misma mujer sencilla, la maestra que trabaja todos los días por construir un país mejor».
Sus méritos, su entrega y sus valores humanos permitieron que la Asamblea Municipal aprobara su candidatura al Parlamento cubano, y eso ha significado mucho para ella.
«Formar parte de esta candidatura es un inmenso honor, y lo digo con toda humildad; pero al mismo tiempo es un elevado compromiso con el pueblo cubano, con el pueblo puertopadrense, pero también con esa Asamblea Municipal a la que pertenezco, y con el presente y futuro de la Patria».
Ella, al igual que el resto de los candidatos a lo largo y ancho del país, ha tenido ya, y tendrá todavía, durante las jornadas que nos separan del 26 de marzo, la oportunidad de desarrollar recorridos por comunidades y centros de interés económico y social, que permiten un amplio contacto con el pueblo. De lo vivido ya, comentó:
«Yo creo que lo más hermoso de estas jornadas de recorrido es que en cada lugar nos han recibido con respeto, con admiración, con claridad de los retos que tenemos hoy. Ese apoyo del pueblo a su sistema político, esa unidad en torno a la Revolución es, sin duda alguna, muestra de que nada ni nadie podrá arrebatarnos nuestras conquistas y nuestros sueños».