En la columna semanal que escribe en el diario Uno, el secretario general de la Federación de Trabajadores de la Construcción de Perú, planteó que la medida es necesaria para combatir la pobreza y sus consecuencias para los trabajadores y el pueblo.
“Urge elevar la remuneración mínima vital frente a la inflación y el encarecimiento de los artículos de primera necesidad. Así disminuiremos en algo la pobreza extrema” y se atenuarán las diferencias en materia salarial”, añadió.
Apuntó que en los últimos años, la inflación ha crecido de manera galopante, en 2022 fue de 8.46 por ciento y todo indica que en 2023 superará esa cifra y afectará a las familias más necesitadas.
Es decir, prosiguió, que cubrir el costo de la canasta básica familiar, la que abarca alimentación, vivienda y servicios, requiere más del doble del sueldo mínimo actual, de mil 25 soles al mes.
El último aumento del sueldo mínimo fue de 8,15 por ciento, hasta mil 25 soles (284 dólares), y se puso en vigencia en mayo de 2022, bajo la administración del a la postre destituido presidente Pedro Castillo.
Años atrás, en Perú se creó el Consejo Nacional del Trabajo (CNT), integrado por representantes de los trabajadores, los empresarios y el Estado, con fines de concertación en temas como el sueldo mínimo, pero el sector empresarial tenía vetados los aumentos hasta que en 2022 el gobierno de Castillo decretó el incremento.
“Cuando se habla de aumento salarial, los empresarios y sus operadores políticos se oponen, buscando generar el pánico colectivo, señalando que el aumento salarial generaría informalidad y desempleo, lo cual no es cierto”, añadió Villanueva.
Explicó que, por el contrario, “mejores salarios ayudarían a dinamizar el mercado interno, generando más puestos de trabajo”.
Recordó igualmente que el Estado peruano ha suscrito los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que implican obligaciones como la de establecer criterios para ajustar periódicamente la remuneracion mínima, lo cual no se cumple.
Villanueva afirmó que el sueldo debe aumentarse anualmente, como ocurre en el sector de la construcción, en el que la federación sindical y la cámara empresarial del rubro negocian el monto de la mejora.