La Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD) reveló que en Afganistán y países vecinos está aumentando rápidamente el tráfico de metanfetamina mientras se ralentiza el de heroína, según un informe publicado el domingo en su página web.
El texto indica que el tráfico de ese psicoestimulante se está disparando en la región, con un incremento de casi 12 veces en las incautaciones de dicha droga en los últimos cinco años, pasando de 2,5 toneladas en 2017 a 29,7 toneladas en 2021.
Asimismo, detalla que el tráfico del mencionado opioide ha continuado, aunque a un ritmo menor, después que el movimiento de los talibanes* regresara al poder en agosto de 2021 y promulgara una prohibición de todas las drogas ilícitas ocho meses después.
Por otro lado, explica que la presunta producción de metanfetamina en Afganistán se ha centrado a menudo en el uso de la planta efedra, que crece abundantemente en la región y contiene efedrinas que pueden extraerse para fabricar la droga, si bien menciona su uso en medicamentos comunes para el resfriado y productos químicos industriales, al ser un método eficaz y rentable para generar esa sustancia.
«Cambio significativo»
«El aumento del tráfico de metanfetamina en Afganistán y en la región sugiere un cambio significativo en el mercado de las drogas ilícitas y exige nuestra atención inmediata», declaró Ghada Waly, directora ejecutiva de la ONUDD.
Señaló que es esencial la coordinación regional para combatir el desvío y el contrabando de precursores químicos, a fin de detener la continua expansión de la fabricación ilícita de metanfetamina en Afganistán y sus alrededores. A esto añadió que el nuevo informe pretende proporcionar a la comunidad internacional «información vital para hacer frente a la creciente amenaza de las drogas sintéticas».
Los talibanes tomaron el control de todo Afganistán hace poco más de dos años, después que el gobierno respaldado por EE.UU. se derrumbara sin apenas mostrar resistencia, incluso antes de que el Ejército del país norteamericano abandonara el país. Las tropas talibanas tomaron Kabul dos semanas antes de que el último vuelo militar estadounidense partiera del aeropuerto de la capital afgana.
