Con la atención del Partido del Trabajo de ese país, acontecieron festividades, funciones artísticas, juegos deportivos y de recreo en los jardines de infancia de Kyongsang y Changgwang y el municipio de Moranbong, la guardería del barrio Raengchon No.1 de Tongdaewon, el Hospicio y el Orfanato de Pyongyang, entre otros lugares.
Los espacios estuvieron decorados con las consignas de ¡No envidiamos nada a nadie en el mundo! y ¡Somos felices!; así como, con globos, flores y cintas de distintos colores.
De acuerdo con la agencia estatal de noticias ACNC, la gimnasia y los juegos de la población infantil demostraron la felicidad de los niños coreanos en el Socialismo.
Sumado a ello, los huérfanos de varios hospicios y orfanatos como los de Haeju y de Sariwon interpretaron varias piezas y las casas cuna y jardines de infancia del Complejo Siderúrgico Kim Chaek, el de Maquinaria de Ryongsong, la Granja de Oguk del distrito de Anak y otros lugares similares multiplicaron el ambiente festivo con varios juegos folclóricos y de recreo.