El comité organizador central del Partido Comunista de Kenia (CPK) dijo que, después de participar en protestas contra el gobierno, el automóvil de su vicepresidente Booker Ngesa Omole fue confiscado por la policía, “que ahora exige su comparecencia en persona en la oficina del Director de Investigaciones Criminales”.
El CPK calificó la citación como “nada más que un intento apenas velado de silenciar el disenso y aplastar los espíritus de quienes se atreven a exigir justicia y rendición de cuentas”.
Los comunistas kenianos han estado a la vanguardia de las protestas contra las propuestas del gobierno de aumentar los impuestos a una población que ya tiene dificultades para llegar a fin de mes.
La policía decidió el miércoles prohibir cualquier manifestación en Nairobi y sus alrededores “hasta nuevo aviso”, pese a que la ley keniana garantiza el derecho a protestar.
Al menos 50 personas han muerto a manos de la policía y más de 400 han resultado heridas en un mes de protestas antigubernamentales.
Ni siquiera la retirada de los planes por parte del presidente y su destitución del gobierno han logrado calmar los disturbios.
El CPK dijo que estaba pidiendo a la comunidad internacional “que se solidarice con el camarada Booker y todas las víctimas de la violencia policial en Kenia”.