El PCPE convoca su XII Congreso para la primavera del 2025, demarcando los objetivos en esta resolución del XIX Pleno del CC Llegó la barbarie, luchemos por el socialismo, demandando a la militancia redoblar su compromiso de intervención en los frentes de masas para trasmitir la ideología revolucionaria, también comenta que: «corresponde a todos los y las comunistas asumir este objetivo saliendo de las dinámicas endogámicas absolutamente paralizantes en las que se encuentran cómodamente instalados una buena parte de ellos viendo como les pasa por delante el tren de la historia». Nota a la que me acojo para dar mi opinión sobre la parálisis en que vivimos los comunistas, desarrollando las propuestas con la disposición de debatirlas colectivamente, desde la premisa que en conjunto con otros colectivos conformamos el movimiento comunista en España.
Inicio mi aportación con esta frase que suele ponerse al final y que dicen que es de Albert Einstein, y que al ser lo que intento demostrar con este artículo de opinión; la adelanto: «Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes». En el artículo que escribí sobre éste de Hugo Rangone: https://diario-octubre.com/2024/08/27/hugo-rangone-porque-para-que-como/, que pone al PCPE como ejemplo que asumo y que amplié en: La dificultad del Cómo ideológico y político en el Porqué y Para qué de Hugo Rangone, donde explico mi visión del significado de esa locura que Hugo Rangone expone con la que estoy de acuerdo y acoto con él, de que no es un problema de más voluntad ni de más esfuerzo que ya se presupone, sino un problema ideológico y político heredado de las escisiones prosoviéticas de los años sesenta, al no haber lidiado a fondo con el revisionismo mecanicista y metafísico del PCUS pos Stalin y donde, el partido suplantaba al Estado, al pueblo y a la clase trabajadora. De ahí la falta de una línea política de masas de trabajo en las organizaciones obreras, bajo una línea política que contemple un programa y alianzas tácticas, que sumen fuerzas para la transformación revolucionaria de la realidad política, económica y social que vivimos.
Pero la validez de una línea política revolucionaria, no se puede basar en discursos genéricos ni juicios de valores o intenciones sin entrar a fondo para acotarlas, tampoco, como un problema de buena o mala fe; ejemplo: «Partimos de un enfoque riguroso, que situándose en categorías marxistas leninistas y valorando el nivel de conciencia de las diversas clases sociales y su subjetividad, busca promover la participación consciente de la totalidad de sujetos sociales y políticos que, objetivamente, tienen que protagonizar la contraofensiva obrera y popular anticapitalista. Sin la participación activa de las masas, porque interpretan que les beneficia, en este proceso político y social de acumulación de fuerzas del campo obrero y popular, no hay ningún proceso de cambio social posible». Sobre las negritas vaso la argumentación: «partimos de un enfoque riguroso, que situándose en categorías marxista leninistas», que debe entenderse como general y por lo tanto base fundamental de un análisis geopolítico global: nos dice: «Capitalismo globalizado, universal: Imperialismo. Capitalismo parasitario, crecientemente financiarizado en descomposición porque sus propias leyes de desarrollo y acumulación le marcan el límite de su tasa de ganancia. Capitalismo concentrado (1% de los más ricos posee la misma riqueza que el 95% de la población mundial) que, no solo se contradice con la creciente socialización de la producción, sino que marca los propios límites históricos de su existencia y es un tapón para la evolución social. Capitalismo depredador de recursos que convierte todo en mercancía y destruye la Naturaleza poniendo en riesgo la continuidad del ciclo de la vida. Capitalismo violento para el que la dominación y la guerra no son más que medios para superar la crisis y defender su hegemonía. Capitalismo sin límites éticos en el que todos los derechos están sometidos a la preponderancia de la ley del valor por encima de cualquier consideración».
Pero esto lo decían Marx y Lenin en los siglos XIX y XX y si algo define la actual crisis del siglo XXI, es que es terminal del capitalismo de libre mercado global monopolizado, no del capitalismo como forma de producción con un mercado planificado socialista o soberano, como indica el nivel de desarrollo de los países nucleados en torno al BRICS +. Sin negar ni estar superados los clásicos, lo que define la actual crisis global y terminal del capitalismo de libre mercado monopolizado, es que la tasa de beneficios del sector productivo lleva descendiendo desde los años setenta del siglo pasado por sobreproducción, que sumado al colapso de las cadenas de suministro por múltiples causas, más la competencia del mercado por países emergentes socialistas y soberanos, sitúa en una posición al capitalismo monopolista del imperialismo yanqui, que intentará impedir sembrando el caos y la guerra toda competencia que atente a su hegemonía, como estamos viendo.
Donde Europa también es un objetivo bajo la premisa de la destrucción de Rusia para apropiarse de sus riquezas, mediante la intervención de la OTAN en Ucrania, eliminando de paso la competencia alemana; en Asia Occidental con el apoyo al sionismo israelí para el control del petróleo mediante el genocidio palestino y los países soberanos de Irán y Siria; en el Sahel africano para impedir su desarrollo y soberanía y seguir expoliando sus riquezas y en Asia a China con Taiwán y Corea del Sur, buscando su rendición y del resto de potencias emergentes con la provocación y la guerra total. Esto significa que no es una crisis más del capitalismo monopolizado, es su crisis final y si ganasen esta guerra, la alternativa no sería más democracia burguesa, sería una sociedad distópica basada en esclavitud y explotación bajo la ideología supremacista neoliberal individualista y relativista de la cultura woke, ya introducida en todas las legislaciones occidentales, incluida la española, anulando el poder cultural de lo social y colectivo. De ahí el papel clave de China y Rusia con el BRICS +, que en lo económico significa acabar con el mercado monopolizado por EE.UU bajo el dominio del dólar y las armas y en lo político, diseñan unas relaciones internacionales de iguales bajo el derecho internacional de la ONU y de respeto a la soberanía de todos los países y sus culturas, claves para impedir la guerra, atrasarla o minorarla. Deberemos entender, que marxismo leninismo es análisis concreto de la realidad concreta no el copio y pego de la historia.
Continuamos con la siguiente frase en negrita «valorando el nivel de conciencia de las diversas clases sociales y su subjetividad, busca promover la participación consciente de la totalidad de sujetos sociales y políticos» La frase más próxima a esta reflexión viene después de una exposición de la situación de retroceso en derechos del párrafo que la precede; «Son datos que identifican el problema y que, más allá de la dominación ideológica que aliena a amplios sectores de la sociedad impidiéndoles interpretar certeramente cuales son sus verdaderos intereses y necesidades, están allí de forma objetiva construyendo una sociedad crecientemente polarizada entre la exigua minoría que lo tiene todo y las grandes mayorías que todo lo producen pero cada vez viven más empobrecidas. Una contradicción que, como queda demostrada por la gestión de los diversos gobiernos de la socialdemocracia a lo largo de estas últimas décadas, es absolutamente insuperable en el seno del capitalismo y solo se resolverá, en el contexto de la toma del poder por la clase obrera, desposeyendo al gran capital de su dominación absoluta y quebrando radicalmente su ya cuestionada hegemonía». ¿No observamos un salto tremendo entre el análisis de la situación de pleno retroceso y la propuesta que se hace puesta en negrita?; se parece más bien un putsch insurreccional de los siglos XVIII y XIX. Estrategia fracasada en los inicios del siglo XX como ya analizó Antonio Gramsci. Además en España, aparte de los pequeños destacamentos comunistas que socialmente no somos representativos, ¿Quiénes más son los que cuestionan la hegemonía del sistema capitalista de libre mercado para ser tan optimistas?, tanto como para «la toma del poder por la clase obrera, desposeyendo al gran capital de su dominación absoluta y quebrando radicalmente su ya cuestionada hegemonía». Esto es la creación de un mundo virtual paralelo a la realidad como lo volveremos a ver mas adelante y nada revolucionario por falso.
Pero que dice del papel de la clase obrera y que hace en la práctica; veamos: «Sin la participación activa de las masas, porque interpretan que les beneficia, en este proceso político y social de acumulación de fuerzas del campo obrero y popular; no hay ningún proceso de cambio social posible». Muy bien, ¿pero que ideas se aportan?. Ninguna en este documento que no vaya más allá del puro voluntarismo subjetivo. Pero si retrocedemos un poco, vemos lo publicado en el órgano del partido «Unidad y Lucha», donde encontramos este artículo del responsable del movimiento obrero Espacios concretos y organizativos de la lucha de clases del 10 de octubre de 2024, y similares argumentaciones desde el voluntarismo subjetivo con expresiones como esta: «En este camino de unidad obrera y sindical, unidad de clase, el PCPE ha ido construyendo toda una teoría científica, teoría que se ha llevado a la práctica, en ocasiones con mejor resultado que otras, en el escenario de la lucha de clases; no puede ser de otra forma. Toda una batería de actividad práctica, experiencias, han sido llevadas al seno de las masas obreras por parte de la militancia del PCPE. Y estas experiencias han construido una cultura militante que consigue día tras día posicionar al socialismo científico, como referencia ideológica de miles de obreras y obreros«. No encuentro ninguna forma de expresarlo sin herir susceptibilidades. Pero que conste, que se da de hostias con el análisis de la situación política de la clase obrera que el PCPE hace y mucho más, con la realidad ideológica y política que muchos vemos en el movimiento obrero y sindical actual, dominado por la burocracia socialdemócrata los mayoritarios y por los identitarismo sectarios los minoritarios. Que no niega que se puedan dar buenas experiencias en lugares concretos.
Con esto termino; ¿Cuál es la estrategia y alternativa sindical del PCPE? pues el mismo documento del responsable del movimiento obrero lo dice: «Los Comités Para La Unidad Obrera (CUO), estructura de unidad que definimos como concepto ideológico-organizativo, con el que superar las divisiones en el seno de la lucha contra la patronal. Los CUO en lo organizativo, son la práctica de las asambleas de obreros y obreras en el seno de las empresas y tajos, como instancias unitarias de la clase». Esto es superar la división de la clase obrera construyendo con los CUO una división más, porque la cuestión para el PCPE no está en lograr la hegemonía en el seno de la clase obrera, que ya la representa como el PCUS, sino la de arrogarse la voluntad de la unidad obrera con otra estructura más, lo cual es irónico y más con la actual división sindical existente. Es otra estructura más y otra división más, más allá de que no conlleve un gran perjuicio para la clase obrera como la existente con los sindicatos obreros del nacionalismo pequeñoburgués; pero porque pintamos poco.
Que significa para un partido comunista tener una línea política basada en objetivos estratégicos con una táctica política, programa y alianzas concretas: pues tener que realizar un trabajo de masas cotidiano de acumulación de fuerzas para el logro de objetivos a más largo plazo y estratégicos. Lo fundamental es que sean reales, que los objetivos que se marquen estén en relación con las fuerzas que se tienen, sin caer en aventurerismos ni maximalismos. Que se entienda perfectamente que intervenir en la lucha de clases de forma colectiva como partido y sindicatos obreros, no está en responder a cada una de las ofensivas de la patronal y sus gobiernos como pollo sin cabeza, sino, que desde una visión global y bajo el seguimiento de la línea política de masas de trabajo en las organizaciones obreras, en centros de trabajo, sectores de producción, barrios, pueblos, institutos y universidades; organicen la lucha y la movilización desde el principio de la unidad de la clase obrera, esté donde esté organizada en aras de objetivos comunes para todos como la defensa de los servicios públicos que garantizan el estado de bienestar o el cubrimiento de las necesidades donde vivimos, trabajamos y estudiamos. En definitiva; organizar y movilizar a las masas obreras con el objetivo de tomar mañana la iniciativa política.
Luchas concretas de los problemas concretos que las políticas neoliberales provocan en los barrios, pueblos, ciudades, centros de trabajo, sectores, institutos y universidades como guerra de guerrillas, generalizándolos con objetivos que puedan ser conquistables mediante la acumulación de fuerzas, en defensa de la industria y servicios públicos, negociación colectiva, pensiones, vivienda. Es decir, todo lo que importa que mañana quede como derecho fundamental garantizado constitucionalmente, como propuesta del futuro Estado de todo el pueblo alternativo al actual de la oligarquía dominante.
Debemos iniciar sin dilaciones por muchas provocaciones que nos hagan, del único camino que la teoría marxista leninista conoce para la revolución: la movilización unitaria de la clase trabajadora para la consolidación de un proceso de organización y politización, de forma que permita pasar al estadio de la guerra de posiciones desde los parlamentos y la calle, para que la correlación de fuerza no la marque solo el nivel de representación en las instituciones, también la movilización en la calle y centros de trabajo como fuerza transformadora, mediante la hegemonía cultural y política en el seno de la clase trabajadora. Con el objetivo democrático mientras podamos, de poner el Estado al servicio de todo el pueblo, bajo un sistema republicano con perspectivas igualitarias y donde todas y todos tengamos los mismos derechos y deberes independientemente de donde residamos.