Arabia Saudí ha abandonado su objetivo de firmar un tratado de defensa amplio con Estados Unidos, inicialmente condicionado a la normalización de relaciones con el Estado de Israel, y ahora busca un acuerdo más modesto de cooperación militar. Según informaron a Reuters fuentes saudíes y occidentales, el Reino de los saud pretende “fortalecer su capacidad defensiva frente a amenazas regionales”, principalmente Irán, mediante la expansión de ejercicios militares conjuntos, colaboración en ciberseguridad y el posible despliegue de sistemas de defensa antimisiles estadounidenses Patriot.
El giro diplomático ocurre en un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, impulsado por las acciones militares de las fuerzas israelíes en Gaza. En respuesta, el príncipe heredero Mohammed bin Salman ha vuelto a condicionar cualquier acuerdo de normalización con los sionistas a pasos concretos hacia la creación de un Estado Palestino, una demanda que había suavizado a principios de año. No obstante, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu enfrenta una fuerte oposición interna a cualquier concesión a los palestinos, lo que dificulta el avance de las negociaciones.
A pesar de las dificultades, tanto Washington como Riad buscan concretar un acuerdo antes de que finalice el mandato del presidente Joe Biden en enero de 2025. Sin embargo, persisten obstáculos como la falta de consenso en materia de cooperación nuclear civil y las cláusulas sobre derechos humanos. Analistas de Middle East Monitor advierten que Arabia Saudí podría optar por esperar un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, cuyo enfoque hacia la región podría facilitar un pacto más ambicioso, pero aún incierto.