En un comunicado difundido aquí, la máxima representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció que “los niños y las familias de Gaza se enfrentan a desplazamientos constantes, que obligaron a 1,9 millones de personas a abandonar sus hogares”.
Recordó que unos 14 mil 500 menores de edad perdieron la vida en el enclave costero desde el inicio de la guerra, hace 14 meses.
En Gaza no hay un espacio seguro ni sensación de estabilidad para ellos porque carecen de elementos esenciales como alimentos, agua potable, suministros médicos y ropa de abrigo a medida que bajan las temperaturas invernales, subrayó.
La totalidad de los 1,1 millones de niños del territorio necesitan protección y apoyo en materia de salud mental con urgencia, alertó.
Asimismo, destacó que las “enfermedades prevenibles siguen propagándose rápidamente, incluidos más de 800 casos de hepatitis y más de 300 casos de varicela”.
Miles de menores sufren erupciones cutáneas e infecciones respiratorias agudas, indicó.
Russell instó a la comunidad internacional a actuar con urgencia para mitigar la crisis humanitaria.
“El mundo no puede mirar hacia otro lado cuando tantos niños están expuestos diariamente al derramamiento de sangre, el hambre, las enfermedades y el frío”, recalcó.
Pedimos a todas las partes en el conflicto, y a quienes tienen influencia sobre ellas, a adoptar medidas decisivas para poner fin al sufrimiento de los menores, liberar a todos los rehenes y cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, expresó.
