«Después de alcanzar un máximo histórico en 2024, la demanda mundial de carbón debería estabilizarse en los próximos años» gracias a la tendencia en aumento de las energías renovables, se lee en el informe anual del organismo, que abarca el periodo 2024-2027.
Por ahora, la demanda en el mundo alcanzará los 8.870 millones de toneladas, al tiempo que el comercio de carbón alcanzará 1.550 millones de toneladas, con precios 50% por encima del promedio observado entre 2017 y 2019.
En 2023 la demana mundial de carbón ya había roto los récords históricos, con 8.550 millones de toneladas.
Mientras la temperatura de la Tierra continúa en ascenso debido a los gases de efecto invernadero, la IEA prevé que en 2027 la demanda se estabilice.
«Nuestros modelos muestran que la demanda mundial de carbón debería estabilizarse hasta 2027, incluso si el consumo de electricidad aumenta con fuerza», declaró el director de mercados energéticos de la AIE, Keisuke Sadamori.
«El despliegue rápido de tecnologías de energía limpia está transformando el sector mundial de electricidad, que representa dos tercios del consumo mundial de carbón», añadió.
En ese sentido, dijo, la velocidad del crecimiento de la demanda de electrcidad «será igualmente determinante a medio plazo».
Con todo, el informe señala que, mientras la demanda de carbón alcanzó su punto máximo en las economías avanzadas, en el caso de economías emergentes como India, Indonesia y Vietnam, se encuentra a la alza debido a su crecimiento economómico y demográfico.
«Asia sigue estando en el centro del comercio internacional del carbón», indica la AIE.
Por lo anterior, el «ritmo de este declive [de la demanda] dependerá de la puesta en marcha de políticas ambiciosas», similares a las de la Unión Europea, así como de la disponibilidad de fuentes de energía alternativas.