La crisis en Siria y el derrocamiento del poder fueron en gran medida provocados por las acciones de Washington, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Al ser preguntado sobre los recientes acontecimientos en el país árabe, el canciller ruso dijo durante una entrevista con la agencia TASS que una de las causas de la situación que se generó en Siria fue «la incapacidad de los antiguos dirigentes para satisfacer las necesidades básicas de la población en las circunstancias de un conflicto civil prolongado».
Tras el éxito de Damasco, apoyado por las fuerzas rusas, en la lucha contra el terrorismo, los ciudadanos sirios esperaban que su vida mejoraría, pero esto no se hizo realidad, señaló.
«Esto es en gran parte culpa de Washington, que en realidad ocupó la región nororiental de Siria, más rica en recursos, y ejerce además una seria presión con sanciones sobre Damasco a la cabeza de una coalición de sus satélites. Esta línea de ‘estrangulamiento’ de la economía siria ha provocado constantemente el descontento social», precisó. En estas condiciones, las autoridades sirias se vieron obligadas a adoptar medidas que no gozaban de gran apoyo en la sociedad, mientras crecían los ánimos de protesta.
El jefe de la diplomacia rusa indicó también que las autoridades sirias no lograron entablar un diálogo constructivo con la oposición y con sus vecinos «para poner en marcha un pleno proceso político, así como para resolver graves problemas de carácter socioeconómico».
