Polonia decidió no recibir al embajador de Hungría en la ceremonia celebrada este viernes para inaugurar la presidencia de la UE por parte de Varsovia, después que Budapest diera asilo a un exviceministro polaco investigado por presunta malversación de fondos públicos, informan medios de ese país eslavo.
El embajador húngaro fue invitado inicialmente hace unas semanas e incluso tuvo que confirmar su presencia.
Sin embargo, las relaciones polaco-húngaras se deterioraron más tarde, debido a que Hungría concedió asilo al exviceministro de Justicia Marcin Romanowski. Este solicitó el asilo al poco de que un tribunal dictara contra él una orden de detención en el marco de una investigación por irregularidades en la Fundación de Justicia. Romanowski se enfrenta a una posible sentencia de hasta 25 años de cárcel por los cargos que se le imputan.
Tras conocerse que Romanowski había obtenido el asilo en Hungría, el Ministerio de Asuntos Exteriores polaco envió una nota de protesta al embajador húngaro y convocó a su propio embajador en Budapest para consultas.
En ese contexto, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, envió una nota especial a la Embajada de Hungría en Varsovia, en la que anunciaba que la participación del jefe de esa legación diplomática en la inauguración de la presidencia polaca de la UE «no estaba prevista».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, condenó la decisión de Varsovia. «Patética e infantil, esas son las únicas palabras que puedo utilizar para describir esa decisión», manifestó.