El portavoz de la Cancillería Guo Jiankun señaló que esta excusa del gobierno norteamericano es completamente absurda.
«La parte estadounidense ha urdido e implementado las leyes draconianas relacionadas con la frontera basándose en mentiras, y ha incluido a las empresas chinas en la lista de sanciones, lo cual es esencialmente para interferir en los asuntos internos de China, dañar los intereses de China y contener y reprimir a China», enfatizó.
De acuerdo con el vocero, Beijing tomará medidas para salvaguardar os derechos e intereses legítimos y legales de las empresas nacionales.
La región autónoma uigur de Xinjiang, ubicada en el noroeste, es frecuentemente usada por Occidente para lanzar acusaciones contra China sobre el presunto maltrato a las minorías étnicas, la existencia de trabajo forozoso y campos de reeducación.
Beijing siempre rechazó esos señalamientos y aseguró que las políticas aplicadas en Xinjiang buscan combatir el terrorismo y la radicalización, pero también ayudar al desarrollo socioeconómico de su población.
Previamente la Cancillería destacó la reciente celebración en la ciudad de Urumqi, capital de esa región, de un seminario internacional sobre empleo y seguridad social al que asistieron más de 200 invitados de más de 40 países y organizaciones internacionales.
Según el portavoz Lin Jian, los participantes observaron una realidad en Xinjiang distinta a las narrativas negativas y condenaron las acusaciones de trabajo forzado como gravemente alejadas de la verdad, ya que privan a los residentes de sus derechos al empleo, la supervivencia y el desarrollo.