Ronald Suárez Rivas (Granma).— Rodeada de pueblo, siguiendo la misma ruta de hace 66 años, la Caravana de la Libertad volvió a entrar este 17 de enero a Pinar del Río.
Una representación de la juventud pinareña, combatientes y trabajadores destacados, tuvo a su cargo la reedición de la llegada triunfal a Vueltabajo de los barbudos de la Sierra Maestra, encabezados por Fidel, ante una multitud que se concentró a lo largo de la carretera central y en los alrededores de la calle Martí de la capital provincial, para recibirlos.
Aquella histórica jornada de 1959, significó la prueba inobjetable del respaldo de los cubanos a la naciente Revolución.
El propio Fidel, recordaría que el gobierno norteamericano había iniciado su campaña de calumnias contra el proceso que comenzaba a gestarse con del triunfo del primero de enero.
Entonces, en vísperas de la llegada de Caravana de la Libertad a tierra pinareña, el Comandante en Jefe les lanzó un reto a todos los medios de prensa al servicio del imperio:
«Si ustedes quieren saber cómo piensa el pueblo, vengan conmigo a Pinar del Río…»
Luego de aquella primera vez, el líder histórico de la Revolución volvió a Vueltabajo en otras dos oportunidades un 17 de enero. Por eso, previo al acto político-cultural con el que se conmemoró la llegada de la Caravana, se recordó la inauguración de la batería de grupos electrógenos Briones Montoto, con la que se inició la Revolución Energética, el 17 de enero del 2006.
Además, la reinauguración del Palacio de Computación y del nuevo Programa de Computación y Electrónica, el 17 de enero de 2001.
Al pronunciar las palabras centrales de la jornada, Leyanis Carmona Díaz, primera secretaria del Comité Provincial de la UJC, afirmó que los nuevas generaciones de cubanos no defraudaremos la confianza depositada en nosotros ni traicionaremos jamás la historia.
Y añadió que entre todos, con la fuerza de la unidad, hemos hecho posible que la Revolución arribe victoriosa a su aniversario 66, y siga adelante construyendo un futuro mejor para nuestro pueblo.
