Para el jefe del movimiento político y militar, cualquier consecuencia derivada del retraso en la retirada es responsabilidad de las Naciones Unidas, los Estados Unidos, Francia e Israel.
En un discurso televisado, el líder de Hizbulah enfatizó que la violación del acuerdo demuestra que Líbano necesita resistencia.
De acuerdo con Qassem, el presidente de la República, Joseph Aoun, no puede darle a Israel ni un solo beneficio, y nadie en Líbano aceptará la prolongación de la agresión.
A criterio de la referencia libanesa, frente a un ocupante que rechaza retirarse, la Resistencia tiene derecho a actuar como considere oportuno en cuanto a la forma, la naturaleza y el momento del enfrentamiento.
Según la máxima figura de Hizbulah, la ocupación continua es una agresión contra la soberanía libanesa y todos son responsables de enfrentarla: el pueblo, el ejército, el Estado y la Resistencia.
Qassem aseguró que «la Resistencia sigue firme en sus decisiones, en su voluntad y en sus creyentes, y es aún más fuerte en su continuidad».
Consideró que el alto al fuego constituye una oportunidad para que el Estado cumpla con sus deberes y ponga a prueba sus capacidades políticas.
«Permanecimos comprometidos y optamos por la paciencia, absteniéndonos de responder a las violaciones israelíes a pesar de los sentimientos de humillación y las acciones de represalia», agregó.
En sus palabras, el secretario general de Hizbulah subrayó que los combatientes nunca abandonaron el campo de batalla, y la Resistencia permanece firme y fuerte.
La autoridad, indicó que el mediador estadounidense del acuerdo es el mismo que patrocina la agresión israelí y «no desempeñó su papel, pero decidimos no darle ningún pretexto», afirmó.
En otros comentarios, detalló que el dúo nacional de Hizbulah y el movimiento Amal logró el consenso en la elección presidencial a través del nombramiento del general Joseph Aoun.
Descartó obstáculos en la formación del gabinete y aseguró que la Resistencia actúa sabiamente «porque queremos un país y un gobierno y cooperamos con el primer ministro designado, Nawaf Salam».
El jefe de Hizbulah expresó: «Israel no puede seguir siendo un ocupante con un pueblo tan orgulloso que no puede ser derrotado, ni tampoco puede seguir ocupando su tierra».
A juicio del secretario general, la Resistencia salió victoriosa «con este pueblo que avanzó hacia las aldeas de la línea del frente a pesar de la falta de retirada israelí».
