«Instamos a todos los gobiernos responsables y organismos internacionales pertinentes a condenar los actos terroristas de Kiev y pronunciarse públicamente contra los ataques del Ejército ucraniano», dice la nota publicada en la web de la Cancillería rusa.
Zajárova señaló que el silencio de los funcionarios internacionales al respecto significaría su aprobación de los métodos que utiliza Kiev.
«El silencio en torno a esos delitos por parte de los funcionarios internacionales significará su apoyo al régimen de Kiev y el visto bueno a sus ataques. Los que atentaron contra la vida de los periodistas rusos deben ser identificados y merecidamente castigados», señaló la portavoz.
El pasado mes de enero, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, había reiterado sus críticas a la directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, de silenciar el asesinato de periodistas rusos, lo que la convierte en «cómplice de la guerra informativa» contra este país, denunció.
«La negativa de Azoulay a cumplir su mandato en lo referente a la seguridad de los periodistas, su negativa a condenar el asesinato de periodistas rusos la hacen, de hecho, cómplice de la guerra informativa», comentó Lavrov en una reunión de la Comisión Nacional de la Federación de Rusia para la Unesco.
El jefe de la diplomacia rusa consignó que la Unesco en su reciente informe sobre violencia contra reporteros alrededor del mundo ignoró el asesinato de los periodistas rusos por parte de soldados ucranianos.
La Cancillería instó al organismo internacional a condenar sin ambigüedades el ataque ucraniano del pasado 4 de enero contra un grupo de periodistas en Donetsk que acabó con la vida del reportero Alexandr Martemiánov, del periódico Izvestia, y dejó cuatro heridos, entre ellos dos de Sputnik.
Lavrov denunció también que la directora general de la Unesco silencia «vergonzosamente» la destrucción de los monumentos relacionados con el legado cultural ruso en Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania.
«Haciéndole el juego a las autoridades de Kiev y a sus patrocinadores occidentales, la secretaría de la Unesco calla. Diría que silencia vergonzosamente la destrucción masiva y sistemática de los monumentos del legado cultural e histórico ruso en Ucrania, en los países del Báltico, incluidos monumentos protegidos por la Unesco como bienes culturales», subrayó.
