“La alarmante frecuencia de las emergencias de salud pública y los brotes de enfermedades en la región está perturbando las redes de seguridad vitales para los niños y despojándolos de su derecho a un entorno seguro y enriquecedor”, afirmó Etleva Kadilli, directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para África Oriental y Meridional.
Actualmente, 17 de los 21 países de la zona sufren uno o más brotes de enfermedades, mientras el elevado número de crisis sanitarias, a menudo agravadas por las perturbaciones climáticas, afecta a comunidades ya de por sí vulnerables, y aumenta los riesgos para los niños.
Los expertos señalan que las múltiples emergencias de salud pública son en su mayoría brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación, como la poliomielitis, el sarampión y la difteria.
La región actualmente sufre importantes brotes de fiebres hemorrágicas víricas, como la enfermedad por el virus de Marburgo en Tanzania y el ébola, causada por el virus de Sudán en Uganda.
Además, el mpox o viruela símica sigue siendo un importante problema sanitario, sobre todo en Burundi y Uganda, con riesgos de transmisión transfronteriza debido a los elevados movimientos de población.
A esto se suma la presencia de cólera en 12 países, entre ellos Angola, Burundi, Sudán del Sur, Zambia y Zimbabwe.
África registra asimismo el mayor número de muertes por cólera y diarrea acuosa aguda del mundo.
En este contexto, apuntó Unicef, los niños son los más vulnerables a los efectos físicos de estas enfermedades, debido al desarrollo de su sistema inmunológico y a sus características fisiológicas.