Al participar en el programa “Cuba y Panamá: una gran conexión”, nueva forma de comunicación de la embajada de Cuba en el istmo mediante el sistema de podcast, moderado por su máximo representante Víctor Cairo, el diplomático aseveró que esa hostil política está destinada al fracaso.
Con el bloqueo, dijo, el presidente Donald Trump pretende acallar y suprimir la voz de un pueblo que no está dispuesto a bajar la cabeza y sepultar los principios.
“Y eso es de las cosas que más admiro de los cubanos, porque la independencia no es tal sin dignidad”, remarcó.
Para Rivera es totalmente absurdo y condenable que en el afán de colocar más obstáculos al desarrollo de la mayor de las Antillas, la Casa Blanca persista en mantenerla en una espuria lista de naciones supuestamente patrocinadoras del terrorismo.
Afirmó que Cuba es todo lo contrario, es solidaridad, es compartir lo que tiene, no lo que le sobra, y puso como ejemplo la colaboración de médicos en la Operación Milagro para devolverle la vista a millones de personas o la presencia en el istmo también de profesionales de la salud en 2020-2021 para combatir la Covid-19.
Más de mil panameños han egresado de centros de estudio en Cuba, sobre todo en la carrera de ciencias médicas, agregó acerca de los resultados de la desinteresada colaboración recibida en la formación de recursos humanos en varias esferas.
Pese a todas las dificultades y la dura situación que atraviesa, Cuba fue el único país del continente que logró fabricar sus propias vacunas para enfrentar aquella pandemia, muestra del alto nivel científico de su medicina y la industria biotecnológica, según explicó.
Quien fuera fundador y dirigente de los primeros grupos solidarios con La Habana, como el llamado Instituto de Amistad con Cuba, señaló sentirse identificado con el pensamiento y acción del Héroe Nacional José Martí y el líder de la Revolución triunfante en 1959, Fidel Castro.
En ese sentido, recordó que aún siendo un niño de ocho años, conoció por fotografías sobre el asalto al Cuartel Moncada en 1953, a través de la revista Bohemia, una de las publicaciones preferidas de su padre.