Los pueblos de Ramallah, Belén, Hebrón, Tulkarem, Yenín y Nablus han sido blancos de ataques constantes, y la población comienza a temer que el Ejército de Israel ocasione una devastación tan grande como la dejada en la Franja de Gaza, el día en que el régimen de Benjamin Netanyahu invadió una casa en el campamento de refugiados de Tulkarem y la convirtió en un centro militar, después de haber expulsado a sus residentes.
Tan solo en esta localidad han sido destruidas completamente unas 50 casas y 280 tiendas, de acuerdo con información del vicegobernador, Faisal Salama, quien denunció los actos del Ejército israelí como una operación de ocupación sistemática y demolición extensiva de las viviendas de los palestinos para reformar la geografía del espacio.
Simultáneamente este sábado los soldados colocaron alambres de púas alrededor de varias residencias palestinas en el campo de refugiado de Yenín, del cual han sido expulsados miles de nativos a los que no se les permitió volver, informó la agencia Wafa.
También sufrieron las redadas los hogares de dos prisioneros palestinos que debían ser liberados como parte del acuerdo del cese al fuego. En la aldea de al-Mughayer, las tropas ocupantes invadieron las residencias y dispararon granadas y botes de gas tóxico alrededor de las mismas, ocasionando asfixia a un menor que estaba dentro y pudo ser trasladado a un hospital.
Antes de retirarse, dejaron amenazantes carteles que alertaban acerca de la realización de festejos por la liberación de los palestinos secuestrados en cárceles de Israel.
Los asesinatos de infantes no cesan. Este viernes 21 de febrero fueron asesinados a tiros por la espalda los niños Ayman Nasser al-Haymouny, de 12 años (Hebrón) y Rimas al-Amouri, de 13 (Yenín), de acuerdo con un anuncio del Ministerio de Salud palestino.
Por otra parte, se ha visto un considerable aumento de los ataques de los colonos israelíes cuya impunidad (garantizada por los soldados sionistas) les da el poder de dominación sobre los palestinos.
La Oficina de las Naciones Unidas ha reaccionado a la invasión masiva del territorio palestino por parte del ente sionista. Stéphane Dujarric, portavoz oficial del Secretario General, durante una conferencia de prensa indicó que el organismo está «preocupado» por las operaciones lanzadas por Israel en Cisjordania, donde ha llevado a cabo sus peores ataques desde principios de la década de 2000.
Señaló que los colonos israelíes usurpan las tierras palestinas y en durante la última semana se documentaron un promedio diario de cinco ataques violentos. Los ataques causaron daños a las propiedades privadas y destruyeron tuberías de aguas agrícolas, lo cual afecta a decenas de agrciultores palestinos.
Tan solo a causa de estos ataques de los colonos, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha documentado el desplazamiento de 2.300 palestinos, entre ellos 1.100 infantes, según informó Dujarric.
Bajo el pretexto de combatir el «terrorismo» en dichos territorios, el Ejército ha lanzado una operación denominada Muro de Hierro. que pretende desplazar a todos los palestinos nativos, demoler sus campos de refugiados, expulsarlos de sus territorios por la fuerza y ocuparlos con colonos israelíes.
