
Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se reconoce la lucha de las féminas por su participación en la sociedad, así como su desarrollo íntegro y por la igualdad con el hombre.
Tiene sus orígenes en el movimiento obrero del siglo XIX, en un escenario de expansión y turbulencias en el mundo industrializado, en que la mujer comenzó a alzar su voz para solicitar la reducción del horario de trabajo, salarios justos, estos sucesos marcaron un precedente en la historia.
Es por ello, que se conversó con la socióloga venezolana, Dra. en Patrimonio Cultural, eco-feminista y caribeñista, Dionys Cecilia Rivas Armas, quien manifestó que “a través de la historia se han impuesto patrones sociales y culturales para acentuar la opresión y discriminación hacia las mujeres a través del establecimiento de roles de género diferenciados tanto para hombres como para mujeres, sometiéndolas al espacio privado y doméstico, mientras que los hombres se desarrollan libremente en el espacio público y en las instancias de poder, donde su visión de mundo se ha impuesto en los diferentes ámbitos de la sociedad”.
Asimismo, reconoció la también activista del Movimiento “Frente de Mujeres Argelia Velázquez Carrizalez”, que “el patriarcado se ha permeado en los diferentes sistemas políticos y económicos de la sociedad para la permanencia de la visión androcéntrica, colonial y racista del mundo que todavía persiste a través del machismo, el sexismo y la misoginia, entre otras formas en las que se discrimina y menosprecia a la mujer”.
Al ser consultada sobre la figura que se destaca en la lucha por los derechos humanos y la igualdad de género, expresó Rivas Armas, que “una de las expresiones más destacadas del reconocimiento de los Derechos Humanos de las Mujeres fue la Declaración de los Derechos Humanos de la Mujer y la Ciudadanía en 1791, bajo la iniciativa de Olympes de Gouges, lo cual la llevó a su muerte en la guillotina. Creo que es necesario recordar a las hermanas Mirabal; Patria, Minerva y María Teresa que fueron asesinadas por oponerse a la dictadura de Trujillo en República Dominicana”.
Al tiempo dijo que “no puedo dejar de nombrar a nuestras mujeres indígenas y afrodescendientes que lucharon durante la colonización, la esclavización y en los procesos de Independencia en Venezuela como: Urquía, Guiomar, Ana Soto, Apacuana, entre otras invisibilizadas por la historia. Y las mujeres que han guiado los caminos de esta lucha en nuestro país resalta a Argelia Laya, María del Mar Álvarez, Elisa Jiménez, Eumelia Hernández, Irene Ugueto, Aura Guevara, Nora Castañeda, y Argelia Velázquez Carrizales”.
En cuanto a la igualdad en asumir cargos políticos entre el hombre y la mujer, reflexionó que no hay, pues “mientras estemos inmersos en una sociedad patriarcal, el poder reside en el hombre, en especial el poder político y en las instancias de poder. Sin duda, se han dado esfuerzos importantes en Venezuela, donde las mujeres hemos alzado nuestra voz para lograr la participación política protagónica y paritaria en condiciones de igualdad entre mujeres y hombres, luchando por el 50 y 50 para el acceso a todos los cargos públicos y para la toma de decisiones”.
Además, “el número de mujeres postuladas a cargo de elección popular en los últimos años no representa un porcentaje significativo. La participación de las mujeres queda focalizada en las organizaciones de base en los espacios comunales y locales, como los consejos comunales, donde si participan activamente, ya que padecen y sufren directamente las problemáticas sociales y luchan para su gestión y mejora, pero no es suficiente. Esperemos poder avanzar en esta dimensión política”.
Hizo un llamado a los hombres para que tomen conciencia “sobre la importancia de establecer relaciones equitativas e igualitarias, partiendo del seno familiar y comunitario, ya que también son afectados por estos roles de género impuestos. Ellos están sujetos a una presión constante de la sociedad machista para responder al modelo tradicional de masculinidad, donde deben mostrar su fuerza, reprimir sus sentimientos, ser arriesgados, agresivos, seguros, poderosos y hasta promiscuos. Los invito a discutir sobre las nuevas masculinidades y las diferentes maneras de ser hombres pro-igualitaristas y pro-feministas. La igualdad es para todas y todos”.