El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, denunció un incidente en Vermont, donde un grupo de manifestantes proucranianos lo acosó mientras paseaba con su hija, de 3 años, generando miedo en la pequeña.
Este episodio se produce en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno de Donald Trump y Kiev, marcada por la suspensión de la ayuda militar a Ucrania y las críticas públicas al líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski.
En una publicación en X el sábado, Vance describió cómo los manifestantes, gritando el lema «Slava Ukraini» (Gloria a Ucrania), lo siguieron junto a su hija, lo que provocó que la menor se sintiera «cada vez más angustiada y asustada». El vicepresidente intentó entablar un diálogo con ellos, pidiendo que dejaran en paz a su hija, y «casi todos ellos accedieron».
Sin embargo, Vance expresó su indignación al afirmar: «Fue una conversación respetuosa en su mayor parte, pero si persigues a una niña de tres años como parte de una protesta política, eres una mierda de persona«.
No era la primera vez que Vance se convertía en blanco de los partidarios de Ucrania. La semana pasada, durante una visita familiar a un complejo de esquí en Vermont, el vicepresidente se encontró con cientos de manifestantes proucranianos. Cuando el político y sus familiares se dirigían al estacionamiento, un grupo los recibió con carteles que calificaban a Vance de «vergüenza nacional», y además lo acusaron de ser un «traidor» y lo alentaron a «ir a esquiar a Rusia».
