En sesión plenaria, Ligia María Flores, de la comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales del parlamento, leyó una mención especial por el Día Mundial del agua, el 22 de marzo, y destacó que la conservación de ese recurso es crucial para la salud y el desarrollo sostenible de la población.
Podemos afirmar que Nicaragua actualmente cuenta con 95,5 por ciento de cobertura en el servicio de agua potable a través de la instalación de nuevos sistemas de distribución, señaló la diputada de la bancada sandinista.
Añadió que por medio de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado, garantizan el servicio a todas las familias, así como la continuidad y la ampliación en los sistemas, a través de la construcción de pozos en comunidades que históricamente no contaban con el servicio.
La parlamentaria instó a crear conciencia para no derrochar el preciado líquido y afirmó que aquí el agua es un patrimonio del pueblo, “un bien social ambiental y, por tanto, un tesoro natural”.
“Nicaragua ha sido bendecida con abundantes recursos hídricos, aguas superficiales y aguas subterráneas, estos recursos desempeñan un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico, en la salud pública y la preservación de nuestra madre tierra”, subrayó.
Expresó que la gestión integrada de los recursos hídricos se basa en el modelo de alianza, consenso y responsabilidades compartidas que impulsa el Ejecutivo sandinista con los diferentes actores a nivel nacional y local.
“Este modelo, de acuerdo con el plan nacional de lucha contra la pobreza, contempla acciones, gestiones territoriales congruentes con el desarrollo y los principales sectores productivos, formulando instrumentos normativos para el balance entre la oferta y la demanda hídrica”, enfatizó.
A decir de la legisladora, el gobierno encabezado por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo, trazó como prioridad la lucha contra la pobreza y la desnutrición, y en ese sentido, garantiza el acceso al agua potable y saneamiento como un derecho humano fundamental.
“Nuestros recursos hídricos son fundamentales para la agricultura, la industria, la generación de energía y el turismo; su gestión sostenible es crucial para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza”, sostuvo la diputada.
Agregó que Nicaragua es vulnerable a los impactos del cambio climático ante la sequía y ante las inundaciones, por lo cual-acotó- la gestión adecuada de los recursos hídricos es vital para aumentar la resiliencia y proteger las comunidades.
“Somos el país con las mayores reservas de agua dulce, entre lo que podemos mencionar tenemos los ríos, lagos, lagunas y humedales que albergan una rica biodiversidad, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales”, manifestó.