«OCHA cuenta actualmente con una plantilla de unos 2.600 trabajadores en más de 60 países. El déficit de financiamiento nos obliga a reagruparnos en una organización de unos 2.100 empleados en menos lugares», escribió Fletcher en un documento dirigido al personal.
En febrero de este año, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto para retirar a Washington del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA, siglas en inglés).
Unos días después, el organismo multilateral acusó al país norteamericano —el principal contribuyente financiero de la ONU— de adeudar unos 3.000 millones de dólares para el presupuesto ordinario de la ONU, el mantenimiento de la paz y los tribunales.
«Estados Unidos por sí solo ha sido el mayor donante humanitario durante décadas y el mayor contribuyente al presupuesto del programa de la OCHA», reiteró Fletcher.
Además, puntualizó que los 63 millones anuales que aportaba EEUU representaban el 20% de los recursos extrapresupuestarios de la OCHA para 2025.
Con todo, Fletcher adelantó que OCHA «concentrará más sus recursos en los países en los que trabaja», sin embargo operará en menos lugares.
«OCHA reducirá su presencia y sus operaciones en Camerún, Colombia, Eritrea, Irak, Libia, Nigeria, Pakistán, Gaziantep [en Turquía] y Zimbabue», detalló el alto funcionario.
Donald Trump ha acusado en varias ocasiones al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de ser parcial en sus posturas en torno al conflicto palestino-israelí. Según él, sus decisiones generalmente se decantan en contra de Tel Aviv, un importante e histórico aliado de Washington.
A la decisión de Trump le siguió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien decidió retirar al país hebreo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.