Hace unas semanas, el Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS) anunció la convocatoria de una manifestación para el 1º de Mayo, día Internacional de la clase trabajadora. Al igual que el pasado año, se celebrará en Bilbo (Bizkaia) con el lema “No a la guerra imperialista. Contra el rearme de los estados europeos”.
Aprovechando esta convocatoria, desde insurgente.org nos hemos acercado a la mencionada organización, que es el principal referente del Movimiento Socialista, para hacerles algunas preguntas al respecto; también sobre otros asuntos que consideramos de interés. Las respuestas llegan de la mano de Garazi Navarro y Ander Goiatxe, dos de los portavoces de EHKS que amablemente nos han atendido. Este es el resultado.

—Lectores/as de insurgente.org nos han llegado a preguntar con cierto interés sobre vuestro proyecto político. ¿Cómo y por qué surgió el Movimiento Socialista (MS) en un momento en el que se respiraba tanta apatía política?
Ander Goiatxe: Vivíamos en medio de una ruptura generacional. Por un lado, políticamente, estábamos viviendo los últimos restos de un ciclo político cerrado en Euskal Herria, la plena integración de la izquierda abertzale oficialista en el círculo institucional y en los aparatos de estado, y el abandono de cualquier tipo de aspiración revolucionaria. El movimiento juvenil estaba desarticulado y despolitizado. La quimera de que el partido que lideró el movimiento de liberación nacional podía llevar a la transformación de la sociedad a través de las instituciones, estaba cada vez más alejada de la realidad. Y por otro lado, a nivel económico, se estaba produciendo una ruptura con las generaciones que nos precedieron. A partir de la crisis económica de 2008, también en el País Vasco existía un notable deterioro de las condiciones de vida y una acelerada proletarización, las posibilidades de un Estado del bienestar estaban limitadas.
Garazi Navarro: Fue entonces cuando dimos los primeros pasos para crear el Movimiento Socialista. La mayoría éramos jóvenes, muchos estudiantes, y aquella ruptura generacional tenía que convertirse en una ruptura política. Necesitábamos la independencia política de las estructuras del Estado burgués y de sus partidos; necesitábamos hacernos las preguntas adecuadas para encontrar las respuestas adecuadas, y redefinir una estrategia socialista y revolucionaria en Euskal Herria. Y empezamos a recorrer el camino. Ikasle Abertzaleak fue la organización que dio el primer paso, y luego vinieron GKS, Itaia…
—El 24 de diciembre de 2020 se presentó el Consejo Socialista de Iruñerria. Pronto le siguieron otros en diferentes comarcas. Finalmente, el 16 de diciembre de 2023 se hizo público, en Eibar, el Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS). ¿Qué son estos Consejos y qué función desempeñan? ¿Cómo valoráis el trabajo realizado de aquel tiempo a esta parte?
A.G: Los Consejos Socialistas se crearon para ser una herramienta política para la clase trabajadora de diferentes sectores, subjetividades y edades en todos los territorios de Euskal Herria. Como bien dices, los Consejos Socialistas comarcales nacen en un primer momento para responder a las necesidades de los trabajadores a nivel local, creando unas unidades de organización comunista en el territorio. Esto se hizo a través de bancos de solidaridad, sindicatos socialistas de vivienda, redes de autodefensa laboral…
G.N: Y en 2023 nació EHKS, como organización principal del Movimiento Socialista en Euskal Herria, que cumple la función de portavocía política del movimiento. En este año y medio hemos hecho públicos diversos posicionamientos coyunturales y hemos dado los primeros pasos para convertirnos en una organización de referencia para los trabajadores de Euskal Herria. Hemos conseguido movilizar a miles de personas a favor de una alternativa de los trabajadores fuera de los partidos institucionales, contra la OTAN y la Unión Europea, contra el auge del fascismo… creemos que vamos por el buen camino.
—Proclamarse comunista y rechazar el marxismo es un contrasentido, de modo que damos por hecho que sois marxistas. ¿Por qué debemos tener presente a Karl Marx tantos años después de su muerte física?
G.N: Marx, a través de la crítica de la economía política desarrolló el marco analítico de la sociedad capitalista y su crítica. El principal legado de Marx consiste en la idea de que el bienestar y las libertades políticas del proletariado no son alcanzables en el capitalismo y que, por lo tanto, se hace indispensable la tarea de la revolución para liberar a la clase trabajadora de la dominación capitalista.
A.G: Y a la vez, asumiendo la tarea del proletariado en la lucha de clases, Marx abogó por la constitución y organización del proletariado en clase revolucionaria así como por desarrollar su programa político. La vigencia de Marx reside, por un lado, en que la crítica de la economía política sigue siendo una herramienta crítica y un punto de partida teórico indispensable para el proletariado de cara a hacer frente a la sociedad capitalista. Y por otro lado en la referencia política que ha supuesto para todas las organizaciones comunistas todos estos años y que junto a muchos otros revolucionarios sigue siendo para nosotros.
—El Movimiento Socialista nació en Euskal Herria, pero se va expandiendo a otros territorios del estado español, como Madrid, Catalunya, València, Galiza… ¿Cómo es la relación y qué perspectivas tenéis para con ellos en el corto-medio plazo?
GN: Compartimos la misma estrategia. En los últimos años se está extendiendo poco a poco el programa comunista también fuera de las fronteras de Euskal Herria, y eso es muy gratificante. En Cataluña, en Galicia o en algunos territorios del Estado español han creado organizaciones juveniles socialistas, y el reto de los próximos años es extender el Movimiento Socialista aún más. Cada organización opera en su territorio respondiendo a las características y necesidades del mismo, pero seguimos una misma estrategia, que es la de crear un gran partido revolucionario del proletariado a nivel internacional. En ese sentido, estamos coordinadas y tenemos que seguir dando pasos para la expansión.
—Sostenéis que una revolución socialista no es factible en un solo país, que esta debe tener carácter internacional. ¿Por qué? ¿Tenéis relación con alguna organización similar fuera del estado español?
G.N: El poder capitalista se organiza en bloques geopolíticos, y es a nivel de estos bloques supraestatales donde se organizan los órganos de poder de la oligarquía instituciones financieras, bancos centrales, la OTAN… y aquí, en Europa, la Unión Europea y sus instituciones. En nuestro caso hablamos de Occidente o, más concretamente, de Europa, porque es a esta escala donde se toman las decisiones más importantes que afectan a nuestras vidas. Por tanto, para hacer frente a la estructura de poder del capital es imprescindible organizarse al mismo nivel que él. Eso no quiere decir que los estados-nación ya no tengan validez, sino que la realidad actual nos plantea la necesidad de organizarnos también a nivel supraestatal.
A.G: Y no sólo eso. También es una cuestión ética, porque la liberación de la clase obrera de una sola nación o país, aparte de ser imposible de ejecutar por lo que ha dicho Garazi, es insuficiente para los comunistas. El comunismo tiene como objetivo la liberación de la clase trabajadora en su conjunto, y no podemos dejar que ninguna lucha deje atrás al proletariado de otros países. Estamos trabajando y confiamos en que la ruptura generacional económica y política que se ha producido en Europa tenga consecuencias organizativas. Para nosotros es una tarea imprescindible en este camino poner las condiciones para dar un debate racional con destacamentos o agentes de los trabajadores tanto de Europa como de otros muchos territorios, y estamos en ello.
—En las elecciones vascas de 2020 la abstención alcanzó prácticamente el 50%. Sin embargo, los partidos se apropiaron de la mitad de los escaños que no les pertenecían y se los repartieron, así como del dinero que otorgan por ellos ¿Puede tener alguna legitimidad un Parlamento semejante? Dadas las circunstancias, ¿pueden erigirse sus okupas como representantes del pueblo?
A.G: La legitimidad de las instituciones parlamentarias y la democracia liberal burguesa está en claro retroceso, y así lo demuestran como bien has mencionado, el distanciamiento progresivo de la clase trabajadora de los partidos de reforma y la abstención creciente. Pero en torno a la abstención, no sólo es relevante su aumento, hay que señalar también que el estrato social con mayores tasas de abstención es el proletariado y principalmente la juventud proletaria. Las mentiras y falsas promesas de los partidos de reforma ya no calan entre las familias trabajadoras que ven que sus condiciones de vida no dejan de empeorar. Más aún cuando son esos mismos partidos, muchos autoproclamados progresistas o de izquierdas, los que aplican aquí las políticas de empobrecimiento que se marcan desde Europa, apoyan el aumento del gasto militar, permiten o ejecutan desahucios, militarizan las calles, aumentan la persecución contra los pobres, mantienen una situación de excepcionalidad total contra el proletariado migrante etc.
G.N: Y todo esto, abre la posibilidad de generar una lógica política de ruptura entre la clase trabajadora. Una visión política fuera de esas instituciones y alejada de la influencia de los partidos de falsa reforma, que priorice la lucha por nuestros intereses y confronte la ofensiva del enemigo de clase. Esta es una de las tareas más importantes que nos planteamos: fomentar la organización y la lucha frente a la fragmentación, la despolitización y el auge reaccionario.
—EHKS declina la participación en las instituciones burguesas. Muy al contrario, la Izquierda Abertzale integrada en EH Bildu prácticamente ha hecho de ellas su único “campo de batalla”. ¿Es posible cambiar un sistema sometiéndose a sus reglas de juego y siendo, además, asalariados muy bien remunerados del mismo?
AG: Los actuales partidos políticos profesionales, ven a las instituciones como espacios neutrales en los que puedes incidir positiva o negativamente. Nosotros no los vemos como espacios neutrales, ni los entendemos como espacios centrales de transformación revolucionaria. Como dices, hay unas reglas de juego que de ningún modo pueden superar el marco capitalista. Además, centrar toda la estrategia en ganar cuotas de poder dentro de las instituciones no hace más que fomentar la despolitización y la desorganización para las luchas que de verdad pueden cambiar el estado de las cosas para nuestra clase. Es lo que están haciendo estos partidos.
—En el contexto de la guerra de aranceles, respaldado por todas las formaciones políticas del parlamento, el Gobierno Vasco ha anunciado la aportación de 2.150 millones de euros de ayuda a las empresas. ¿Estamos asistiendo al enésimo regalo de dinero público a la clase explotadora?
A.G: No solo eso. La ausencia de ningún tipo de oposición a este tipo de políticas clientelares vuelve a dejar en evidencia que existe un consenso evidente entre PNV, PSOE y EH Bildu para asegurar los beneficios de los empresarios vascos y apuntalar así la posición de la economía imperialista vasca. Y es que, estos partidos son bien conscientes de que ese margen de ganancia es condición para garantizar el nivel de vida de la clase media acomodada a la que representan.
G.N: Pero si algo está quedando claro con todo esto es que será la clase trabajadora la que asuma los costes de los aranceles, la inflación o el creciente endeudamiento de los estados y los recortes que implican las políticas de financiación empresarial como la que decías. Porque sabemos bien, que todas estas políticas pasan obligatoriamente por aumentar el grado de explotación frente al proletariado tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas. Y además, todos estos partidos no dudarán en hacer frente a cualquier potencial referente político del proletariado que ponga en juego los intereses de estas grandes empresas y la clase media vasca que depende de ellas. Y si hace falta para ello acudir juntos a las elecciones lo harán. Otegi ya ha dejado clara su disposición.
—EH Bildu apoya de manera sistemática al gobierno español liderado por el PSOE que, además de otanista y ferviente lacayo del capital, es el partido que creó los GAL y niega el derecho de autodeterminación. Sin embargo, desde sus filas os tachan muy a menudo de españolistas y reaccionarios. ¿Qué pensáis cuando escucháis estas palabras saliendo de sus bocas?
G.N: Pues, pensamos que la realidad choca cada vez más con lo que dicen, y son ellos los que se están quedando en evidencia. Los ejemplos que has puesto reflejan que EH Bildu ha llevado a cabo estos últimos años un proceso de integración y asimilación en el estado y sus instituciones. Su hoja de ruta actual, idéntica en este ámbito al que el PNV ha tenido durante décadas, plantea negociar el estatus o el grado de autonomía de las diferentes provincias de Hegoalde dentro de los límites que marcan el Estado Español y su constitución.
A.G: La lectura que muchos trabajadores hicieron en Euskal Herria hace décadas y que nosotros compartimos, es que los partidos autonomistas, radicados en el reformismo y la gestión institucional, no tienen ni la voluntad ni la capacidad de generar las condiciones para el proceso de ruptura política y social que exige la autodeterminación. Y por lo tanto, que la vía autonomista implica renunciar a la unilateralidad y al derecho de autodeterminación. En EH Bildu son conscientes que su hoja de ruta pone en riesgo el apoyo que reciben de amplios sectores independentistas de la clase trabajadora (tal y como ocurrió con ERC en las últimas elecciones de Cataluña), y por ello intentan generar un muñeco de paja sobre nosotros, tildándonos de españolistas.
G.N: Nosotros, frente a su deriva autonomista defendemos el derecho de autodeterminación. Y entendemos que las condiciones para su ejercicio vendrán de la mano de grandes organizaciones revolucionarias de la clase trabajadora, vinculando así el derecho a la independencia con el programa socialista y el proletariado internacional en su conjunto, y la libertad de Euskal Herria con la construcción de una sociedad socialista.

—El PNV alardea de “oasis vasco”, pero la realidad nos grita otra cosa muy distinta: desahucios constantes, sueldos de miseria, personas sobreviviendo y muriendo en las calles, despidos masivos tras cierres de empresas, sanidad pública no tan pública y sí muy deficiente… ¿Está aceptando gran parte de la clase trabajadora vasca un “oasis” cuya agua sacia la sed del capital a la vez que ahoga al proletariado? ¿Cómo revertir esta situación tan preocupante?
A.G: La economía europea está sumergida en una grave crisis. Y con ello la estructura política y social que ha caracterizado a Europa desde finales de la segunda guerra mundial se está desintegrando a marchas forzadas: desmantelamiento del estado de bienestar (aquí llamado por algunos oasis vasco), progresiva proletarización de las clases medias… Además la oligarquía atlantista, ha iniciado una ofensiva económica contra las clases trabajadoras, que está empeorando las condiciones de vida de sectores amplios del proletariado que no vivían precisamente en ese “oásis” antes de todo esto.
—Quienes dijeron cambiar de estrategia despojaron a los presos de su carácter político; también dejaron de reivindicar la amnistía y aceptaron las leyes penitenciarias. ¿Qué postura tiene EHKS al respecto?
G.N: Estamos viendo que mientras el capitalismo y los estados opresores sigan vigentes la represión se mantendrá. Y por eso, es imprescindible reivindicar el carácter político de los presos y la amnistía. Pero además vemos necesario orientar la lucha de la amnistía hacia la construcción del Estado socialista, ya que no se puede pretender abrir un escenario de ausencia de presos políticos revolucionarios sin que se superen las razones de fondo que les llevaron a la cárcel.
—Se acaban de cumplir diez años de la Ley Mordaza. En octubre del pasado año se anunció un acuerdo para su derogación; sólo fue un cambio que no ha cambiado nada. EHKS combate esta ley. ¿Por qué hay que derogarla y no quieren hacerlo, a pesar de que prometieron que lo harían?
A.G: La aprobación de la ley mordaza por parte el PP hace 10 años tuvo un objetivo claro: dotar a la policía de un poder aún mayor ante la inestabilidad política y social generada por la crisis. Una crisis que a día de hoy no ha hecho más que agravarse, motivo por el cual esta ley sigue siendo indispensable para el estado. Y por eso el actual gobierno del PSOE la mantiene aunque en campaña electoral prometieron derogarla. Y sus socios de gobierno, aunque quieran lavarse las manos a través de la escenificación de pequeños cambios, vuelven a apoyar otra vez una iniciativa del PSOE que ataca directamente al proletariado.
G.N: Nosotros reivindicamos la completa derogación de la Ley Mordaza y seguiremos trabajando por el derecho a la protesta y la organización política. Y a la vez, continuaremos haciendo frente a todo el aparato represivo del estado capitalista que detiene a militantes políticos, infiltra a policías en los movimientos sociales, aporrea a sindicalistas o criminaliza a organizaciones.
—No solo el Estado reprime. Con la primavera y el verano llegan numerosas fiestas a pueblos y ciudades, y todo parece indicar que continúan los vetos políticos en las txosnas por parte de la Izquierda Abertzale al MS. ¿Qué pretenden con su actitud, sin duda totalitaria?
G.N: Al principio los vetos en los espacios festivos tenían una clara función de intentar borrarnos del mapa político de Euskal Herria. Criminalizarnos tachándonos de violentos y sectarios, dejarnos sin fuentes económicas y evitar que se normalizase nuestra presencia en las calles. Pero ahora cada vez es más evidente que el muñeco de paja que han construido sobre nosotros no encaja con la realidad. Hemos demostrado en la mayoría de los pueblos nuestra disposición y capacidad para trabajar con diferentes agentes, tanto en fiestas como en distintas dinámicas políticas con gran poder de movilización. No tiene ninguna justificación seguir con los vetos al MS y la gente ya es consciente de eso. Hay que dar salida a este asunto este mismo año y seguiremos reivindicando el derecho que tiene el MS a participar en las txosnas.
A.G: Nosotros hemos hecho diferentes intentos para facilitar una solución pero la pelota está en el tejado de la Izquierda Abertzale, que es el agente que impulsa el veto político. De momento no tenemos demasiados motivos para ser optimistas con este tema, ya que parece que están dispuestos a mantener el veto político en contra de lo que cada vez más gente opina, incluso dentro de su base social.
—EHKS está involucrado en la lucha antifascista. Señaláis el auge del fascismo y le hacéis frente. El fascismo no ha dejado de existir en todos estos años, pues es inherente al capitalismo. Actualmente, sin embargo, se muestra desatado. ¿A qué se debe tamaño repunte? ¿Cómo pararlo?
G.N: El proceso de proletarización y descomposición de las clases medías está haciendo que muchos apuesten por una salida excluyente a la crisis, una salida en la que se mantengan sus condiciones de vida a costa de aumentar la tasa de explotación y la exclusión social de amplios sectores del proletariado (jóvenes, mujeres, migrantes…). Es ahí donde se encuentra el caldo de cultivo tanto de ideas reaccionarias como de grupos fascistas y de extrema derecha. Además, la burguesía utiliza y fomenta ese giro reaccionario para que la clase trabajadora se enfrente a sí misma en una lucha de identidades y violencia contra los más débiles. Y Euskal Herria no es una excepción. Durante estos últimos años se han multiplicado las ideas, expresiones y organizaciones reaccionarias en nuestras calles y aunque todavía no han cogido forma, no es descartable que se constituyan partidos de extrema derecha desde la clase media vasca en descomposición.
A.G: Es urgente y necesario confrontar este tipo de discursos y políticas a nivel ideológico, político y a nivel de calle. A nivel ideológico, combatir a todos los discursos de odio, mentiras y políticas reaccionarias que se están extendiendo por parte de los políticos de extrema derecha y sus influencers de redes. A nivel político es imprescindible seguir dando pasos para construir un bloque proletario revolucionario y antifascista a nivel europeo para hacer frente a la agenda bélica y autoritaria de los estados de occidente. Y a nivel de calle, tenemos que estar en la primera línea porque el auge del fascismo está llegando a nuestras calles. Para eso también es necesario fomentar la colaboración entre movimientos de la clase trabajadora.

—EHKS se ha pronunciado con suma claridad contra la OTAN y la UE. Cercano el 1º de Mayo, el lema de la manifestación es “No a la guerra imperialista. Contra el rearme de los estados europeos”. ¿Por qué es importante insistir en ello? ¿Qué valoración hacéis de la coyuntura política mundial?
A.G: La coyuntura actual viene marcada por el desarrollo del mundo multipolar y la crisis capitalista. El marco económico de la globalización, que ha traído grandes beneficios para las potencias capitalistas, está demostrando unos límites evidentes. La pugna creciente por la apropiación de grandes mercados, la ingente cantidad de inversiones que requiere la cuarta revolución industrial y su consecuente rentabilidad limitada, los límites que han demostrado los procesos de deslocalización industrial y exportación de capital… Todo ello ha generado una crisis de sobreproducción de capital que las potencias capitalistas están tratando de neutralizar de diferentes maneras como las políticas proteccionistas o, indudablemente, aumentando la tensión militar.
G.N: Por lo tanto, la escalada bélica responde a un interés directo por parte de las potencias imperialistas mundiales y sus respectivas oligarquías de mantener su posición económica y militar. En lo que refiere a la oligarquía atlantista Europea, acaban de poner en marcha, sin ningún tipo de filtro democrático, el plan “ReArm Europe” que tiene como objetivo reforzar la capacidad militar de la OTAN (bajo la dirección incuestionable de los EEUU) y que Europa asuma una parte mayor del frente que occidente tiene abierto con Rusia mientras desplazan la mayor parte de sus fuerzas a Asia. El PSOE no ha tardado en hacer caso al amo, y acaba de imponer un aumento del gasto militar sin precedentes en el estado español. Y frente a ello, ninguno de los partidos parlamentarios autodenominados de izquierda se ha planteado retirar su apoyo al gobierno.
A.G: Toda esta escalada bélica, además de abrir la posibilidad de una guerra a gran escala, está trayendo unas consecuencias directas para la clase trabajadora que es la que indudablemente pone los muertos en esta carnicería imperialista. Desde EHKS hemos hecho el llamamiento del 1 de mayo para mostrar nuestra oposición al rearme de los estados y a la guerra imperialista. Creemos que es el momento de construir una oposición clara por parte de la clase trabajadora independiente de las instituciones.
—El vaciamiento de contenido ideológico en los primeros de mayo convocados por la “mayoría sindical vasca” (y la del resto del estado) es una realidad. Si los partidos institucionales, lejos de servir, obstaculizan la lucha de la clase trabajadora, ¿podemos decir lo mismo de los sindicatos igualmente dependientes y asalariados del sistema?
G.N: La cuestión de los sindicatos es compleja, como se ha demostrado en los debates mantenidos en el seno del movimiento obrero prácticamente desde sus orígenes. Por un lado, los sindicatos son la única herramienta que tienen muchos sectores de la clase trabajadora en el puesto de trabajo para defenderse frente al poder de la clase dominante, mejorar las condiciones laborales y salariales etc. Por eso mismo, los sindicatos tienen un gran potencial de organizar a parte de la clase trabajadora. Sin embargo, al centrarse en mejorar cuestiones tan concretas la lucha sindical no apunta más allá de las relaciones sociales capitalistas, es decir, no genera por sí misma una conciencia que podemos llamar socialista. Por lo tanto, consideramos que es necesaria una intervención política también en el ámbito laboral, más en un momento en el que el nivel de internacionalización del capital reduce considerablemente el impacto de las formas de lucha sindicales.
A.G: Respondiendo más concretamente a tu pregunta hay que entender que hay grandes diferencias entre los sindicatos e incluso entre la forma que tienen de actuar los mismos sindicatos en diferentes empresas, en función de diferentes factores e intereses. Hay conflictos laborales en los que fomentan la organización de la clase trabajadora y potencian su lucha. En esas ocasiones, los trabajadores en lucha pueden contar con nuestro apoyo activo, como están haciendo las Redes de Autodefensa Laboral en numerosos lugares. Sin embargo, en otras muchas ocasiones los sindicatos actúan como herramientas del estado que fomentan la desorganización de los trabajadores y la mediación con los empresarios. A veces, incluso privilegiando a algunos trabajadores frente a otros. Nosotros siempre abogamos por la unidad de clase y por una organización de los trabajadores independiente de los intereses de los empresarios y sus partidos. Tenemos que seguir trabajando en esa dirección.
—Palestina se desangra ante los ojos del mundo. ¿Sería posible el genocidio sionista sin la complicidad de los gobiernos occidentales, incluido el del PSOE/Sumar?
A.G: El Estado de Israel ha sido desde su creación un apéndice de occidente en oriente medio. Y en ese sentido, el estado de Israel ha tenido asegurado el apoyo político, mediático y militar incondicional por parte de occidente para toda su actividad colonialista y genocida. En el caso del estado español y los partidos socialdemócratas en el gobierno, se han limitado a aceptar medidas simbólicas a favor de Palestina, mientras como se ha hecho evidente estas semanas continúan haciendo negocios con Israel, ocultando sus matanzas y manteniendo relaciones diplomáticas.
G.N: Nosotros exigimos la ruptura de todas las relaciones con el Estado de Israel. Y en ese sentido aprovechamos para hacer un llamamiento a la manifestación que hemos convocado desde la Plataforma Palestinarekin Elkartasuna el próximo 17 de mayo en Iruñea exigiendo la ruptura de todas las relaciones con el Estado sionista de Israel.
—El Gobierno español dijo que tras el 7 de octubre de 2023 había cesado el comercio de armas con Israel, pero sabemos que mintió. ¿Por qué siguen apoyando a este gobierno quienes, por otra parte, dicen ser solidarios con Palestina?
A.G: El estado sionista de Israel es clave a la hora de mantener los intereses de la OTAN y occidente en Oriente Medio. El sionismo le fue de gran utilidad a occidente desde la segunda guerra mundial. En cuanto al Estado español, que forma parte de ese mismo bloque geopolítico, comparte esos mismos intereses y por eso tiene un papel activo en el apoyo a Israel. Y aunque debido a la presión social de la calle haya tomado una serie de decisiones simbólicas como el reconocimiento del Estado palestino el pasado mayo, el gobierno español ha continuado manteniendo relaciones económicas, diplomáticas y militares con Israel, tal como han demostrado los negocios que se han hecho públicos estas últimas semanas.
—La socialdemocracia, en general, aboga por los dos estados como posible solución al conflicto entre Israel y Palestina y, por supuesto, rechaza la resistencia armada del pueblo palestino. EHKS opina lo contrario. ¿Podéis explicar por qué?
G.N: Nosotros partimos de una reflexión muy básica. ¿Cómo va a ser parte de la solución un estado que ha sido capaz de asesinar a decenas de miles de personas de manera genocida? El estado sionista de Israel es un estado fascista y supremacista que aboga por la desaparición del pueblo Palestino desde su creación. Y por lo tanto no hay otra salida para acabar con la subyugación que vive el Pueblo Palestino, que no sea la desintegración del estado siniosta.
A.G: Y el objetivo de conseguir una Palestina libre del río hasta el mar solo se puede conseguir asumiendo dos tareas. Por un lado apoyando la resistencia del propio pueblo Palestino y por otro lado articulando la lucha internacionalista frente a los cómplices que Israel tiene en occidente (empresas, gobiernos de estado, la Unión Europea y la propia OTAN) para forzarlos a que rompan sus relaciones con el estado sionista de Israel.
—No todas las guerras son bélicas. Una de las más importante que se libra hoy en día es la ideológica. Y, en esta, las más influyentes armas (la enseñanza y los medios de comunicación, incluidas las redes sociales) también están en manos del enemigo de clase ¿Qué importancia le dais a la formación política de vuestra militancia? ¿Cómo cuidáis ese aspecto?
G.N: Como bien dices vivimos una ofensiva propagandística por parte del enemigo de clase. El lenguaje belicista en medios oficiales, el relato pro-occidenteal que se imparte en las escuelas, el incesante bombardeo de ideas reaccionarias en redes sociales… son parte de esa ofensiva. Todo ello pone en evidencia la importancia que tiene hoy en día desarrollar y propagar una forma de conciencia enfrentada al discurso hegemónico capitalista. Una forma de conocimiento que identifique al sistema capitalista como punto de partida de los sucesos que se dan en nuestra sociedad. Una forma de pensamiento del proletariado que sea capaz de hacer frente a la coyuntura (escalada bélica, guerra comercial, auge del fascismo…) desde una perspectiva de clase.
A.G: Ahí radica precisamente la importancia de la teoría revolucionaria y la formación política. Y en consecuencia, es importante generar grandes organizaciones con capacidad ideológica para analizar y confrontar los interminables ataques que sufre nuestra clase y expandir así la conciencia socialista entre la clase trabajadora. Una consciencia que implique un posicionamiento en cada uno de los conflictos que se nos presentan en nuestro día a día. Para ir generando así una forma de pensamiento independiente y hegemónica entre nuestra clase.
Nos consta que no os sobra el tiempo, y ya os lo hemos restado bastante, de modo que, por nuestra parte, aquí lo dejamos. Tan solo agradecer vuestra disposición para con este diario. Eskerrik asko.
