Aunque breve, la guerra de comienzos de mayo entre India y Pakistán ha atraído el interés de los diferentes ejércitos del mundo, sobre todo los combates aéreos a gran escala, que no se habían visto desde hace décadas.
Ha sido el primer combate aéreo de una época dominada por la alta tecnología. También ha sido la primera guerra aérea más allá del alcance visual (BVR). Lo de menos es la intervención de India y Pakistán. Lo que ha llamado la atención son las prestaciones de nuevos cazas chinos Chengdu J-10 porque se supone que son los que se utilizarán en el asalto militar a Taiwán y, por lo tanto, se enfrentarán a los aeronaves estadounidenses de última generación.
Los ejércitos han descubierto la eficacia de sus aviones Chengdu J-10C, equipados con misiles PL-15, que han sido capaces de derribar varios aviones de la Fuerza Aérea india. Islamabad ha derribado cinco aviones indios de forma remota, sin entrar en contacto con el adversario, durante la batalla aérea. Los J-10C habrían triunfado sobre los aviones soviéticos MiG-29 y Su-30, al igual que tres Rafale, buques insignia de la aviación francesa.
No obstante, los resultados del combate aéreo contemporáneo están determinados por una amplia gama de parámetros, que van desde entrenamiento de pilotos, tácticas usadas o guerra electrónica, en lugar de una mera superioridad de un avión sobre otro.
Los misiles PL-15 que equipan los aparatos chinos habrían sido decisivo en los éxitos de Pakistán. Uno de los misiles fue disparado a una distancia de 180 kilómetros, cerca del alcance máximo del estimado P-15 de 200 kilómetros.
El PL-15 puede causar problemas a la Fuerza Aérea de Estados Unidos y su misil AMRAAM, que tiene un alcance más corto (160 kilómetros). Desde 1945 siempre se ha dado por supuesta la superioridad tecnológica de Washington, especialmente en la guerra aérea. Sólo la URSS/Rusia estaba a su altura.
Confiados en esa superioridad, la mayor parte de los países del mundo han equipado sus Fuerzas Aérea con cazas F-16 de fabricación estadounidense. La experiencia de la guerra entre India y Pakistán puede orientar una parte fundamental del mercado de aviones de combate y otras armas hacia China.
“Nuestro caza J-10C ha logrado su primer éxito en combate real, derribando varios aviones de combate”, dijo la cadena china de televisión CCTV unos diez días después del inicio de la guerra aérea entre India y Pakistán. Es la primera vez que un medio de comunicación oficial chino informa sobre la batalla aérea.
Diseñado en la década de los ochenta, el J-10A fue fabricado por la Chengdu Aircraft Corporation. Despegó por primera vez en 1998 y desde entonces han fabricado varias variantes. Pakistán tiene acceso al J-10C, que fue probado en 2013. Es el único país que ha integrado este tipo de aparatos en su fuerza aérea.