Opresión y represión capitalista. Lucha de clases

Publicado:

Noticias populares

Juan J. Sánchez  (Unidad y Lucha).— Seis trabajadoras en Gijón enfrentan una condena de tres años y medio de prisión por participar en protestas pacíficas en defensa de una compañera embarazada que denunció acoso laboral. Esta acción represiva del aparato policial y judicial del Estado burgués se inscribe, tanto teórica como prácticamente, en el marco de la lucha de clases.

La lucha de clases es el conflicto histórico entre grupos sociales con intereses antagónicos: quienes poseen los medios de producción y circulación (burguesía) y quienes venden su fuerza de trabajo (proletariado y masas trabajadoras). La historia humana es la historia de la lucha entre clases sociales antagónicas.

La condena de estas compañeras ha generado un amplio movimiento de solidaridad, lo que representa un avance en la conciencia de clase. Sin embargo, es necesario cuestionar ciertos aspectos para fortalecer la lucha de clases y garantizar la victoria.

Aunque celebramos la gran movilización solidaria en defensa de las compañeras, lamentamos que no haya sido canalizada hacia una más amplia unidad de clase. Durante estos meses, hemos visto numerosas convocatorias de apoyo, pero casi todas organizadas de forma individual por distintos sindicatos y entidades. Este caso de represión, como tantos otros, demuestra que, sin unidad de organización y acción, nunca se podrá derrotar al enemigo de clase.

La burguesía ha entendido desde hace mucho que la guerra entre clases no puede afrontarse de manera aislada, por lo que se organiza en estructuras políticas y económicas que defienden sus intereses con toda la violencia posible. Para ello, dispone de las superestructuras del Estado, que le pertenecen, y de herramientas de lucha poderosas.

¿Con qué armas cuenta la clase obrera? Con la más poderosa de todas: la unidad de organización y acción de las masas trabajadoras. Sin embargo, actualmente, esta unidad está debilitada por la acción del revisionismo oportunista, que actúa como esquirol ideológico al servicio de la burguesía dentro del seno de la clase obrera.

Para enfrentarse a los abusos y crímenes de la burguesía, las masas trabajadoras deben permanecer unidas y dotarse de herramientas políticas y organizativas capaces de golpear al enemigo. No se puede pretender abordar la batalla más importante de la historia —la derrota del capitalismo— desde grupos reducidos y fragmentados, dirigidos muchas veces por individuos egocéntricos alejados de las posiciones revolucionarias.

Es urgente que las masas trabajadoras recuperen su independencia ideológica y se liberen de la influencia de la cultura burguesa, impuesta mediante sofisticados mecanismos de educación, información y difusión, y reforzada por oportunistas infiltrados en el seno de la clase obrera.

La historia ha demostrado que las masas unidas no pueden ser derrotadas. En esta batalla, la recuperación del sindicalismo de clase es prioritaria, no solo como concepto, sino como forma de organización y acción. Cuadros políticos e ideológicos de la clase obrera, conocedores del marxismo-leninismo, deben iniciar el proceso de reconstrucción de un sindicalismo alejado del pacto social y de estructuras arcaicas que la experiencia revolucionaria en un periodo de auge revolucionario había superado, pero que lamentablemente han vuelto a resurgir.

La realidad actual en el Estado español exige que el primer paso en esta recuperación sea la creación de una confederación sindical que agrupe a los sindicatos de clase cuyas direcciones estén dispuestas a abandonar el modelo egocéntrico actual. Es contradictorio que muchos sindicatos se declaren de clase y, al mismo tiempo, no sean capaces de conformar una sola organización ni de trabajar juntos constantemente. Nos preguntamos: si todos se consideran de clase y entienden correctamente la lucha obrera, ¿qué les impide unir fuerzas? Dejamos la respuesta a las dirigencias sindicales y el interrogante a las masas trabajadoras.

Desde el PCPE, llamamos a las masas trabajadoras a organizarse en torno a un proyecto revolucionario que ponga fin a este sistema criminal: el capitalismo. Para ello, es necesario disponer de herramientas políticas sólidas, como un sindicato poderoso que luche día a día por los intereses de clase. Con este objetivo, las masas trabajadoras deben crear y fortalecer estructuras de unidad que configuren un proyecto común. Los CUO (Comités para la Unidad Obrera) deben jugar un papel central en esta batalla.

En la lucha por impedir que las trabajadoras de Gijón sean encarceladas, que otros miles de acciones represivas sean puestas en práctica por la burguesía, la unidad de clase es un imperativo. Es urgente que sindicatos, organizaciones políticas, y obreras y obreros con conciencia de clase sindicalizados en los sindicatos del pacto social, inicien un trabajo conjunto y convoquen a paralizar la producción y circulación capitalista mediante la HUELGA GENERAL. Solo así se podrá frenar el despotismo y la criminalidad de la burguesía.

¡Mañana será tarde!

DEJA UN COMENTARIO (si eres fascista, oportunista, revisionista, liberal, maleducado, trol o extraterrestre, no pierdas tiempo; tu mensaje no se publicará)

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias

El «peor conflicto armado del mundo» cumple dos años y sigue lejos del foco mediático de Occidente

En abril, la escalada de los combates internos que convirtió a Sudán en escenario de uno de los mayores conflictos del mundo cumplió dos años. Sin embargo, con más de 12 millones de desplazados dentro del propio país, la situación recibe poca atención mediática en Occidente.

Le puede interesar: